mr dick ©jeon jungkook.

037.

Las pequeñas huellas sobre el suelo mostraban caminos hechos por los hermanos Kim. Sus risas sonaban en cada esquina de la estancia y era difícil predecir en qué habitación podrían llegar a estar. Paré en seco al encontrarme en la cocina y bebí me tercer vaso de agua, por otro lado, Taehyung intentaba atrapar a su hermana al verla escabullirse por las escaleras. Mi rostro estaba caliente y sentía que explotaría en cualquier momento por la actividad física que nos obligaban a hacer los pequeños. 

—¡Param, vístete! —grité al verlo correr a toda prisa por la cocina. Nunca pensé que darles un baño sería demasiado complicado. 

Había aceptado pasar la noche en compañía de Taehyung y sus hermanos luego de haber abandonado la casa de la familia Jeon. La tarde para nosotros fue tranquila y por un momento nos olvidamos del problema de hace unas horas, sin embargo, las llamadas perdidas de parte de mi madre caían como una gran bomba atómica; todas fueron rechazadas. Sabía que me esperaría una larga charla el día de mañana y los miles de comentarios por parte de mis hermanas e insultos también se harían presentes. 

—¿Cómo puedes ir por la vida mostrando eso? —preguntó Taehyung fingiendo estar enojado al ver a su hermano pequeño cruzarse por el baño. Lo tomó en brazos y besó reiteradamente sus mejillas para meterlo en la tija junto con su hermana. —No es bueno que Hyecchi te vea así, deberías tener vergüenza. 

—¡Espuma, espuma! —gritó la castaña elevando sus manos mojando de paso a su hermano mayor. —¡Hye también debe entrar! —me señaló y tuve que negarme ante esa propuesta. 

—Debes quedarte tranquila, yo me encargaré de bañarte para que quedes lo más limpia posible, después veremos una película —tomé asiento al lado del castaño y apliqué shampoo sobre mis manos y masajeé lentamente la cabeza de Sook. 

Sus ojos poco a poco se iban cerrando y supe que la tan esperada película quedaría para otro día. El largo de sus pestañas me hacían recordar a su hermano y caí en cuenta de la característica belleza que posee aquella familia, después de todo cada uno de los miembros gozan de unas pestañas envidiables. Sin hacer mucho ruido y teniendo el cuidado posible para no despertarla, caminé hacia la habitación y dejé su cuerpo sobre la cama y sonreí al verla abrazar rápidamente a su hermano; Param y Sook duermen siempre abrazados. Me exalté sobre mi puesto al sentir la mano de Taehyung y recargó su cabeza sobre mi hombro indicándome que también estaba cansado y ansiaba irse a cama rápido. Sin más, abandonamos la habitación. 

—Duerme conmigo —se echó sobre la cama una vez estuvimos en el lugar mientras se despojaba de sus prendas. —Mamá no está y estamos cerca a mis hermanos, Param tiende a levantarse en la madrugada para ir al baño por lo que siempre termina cayéndose, quiero estar al tanto —reí al verlo con mi pijama puesta.

—Tus hermanos son los mismos traviesos que recuerdo —comenté observando por la ventana y percatándome de que había comenzado a llover. —¿Estás seguro que no quieres dormir con ellos?

—Quiero dormir contigo —abrazó con fuerza una almohada y hundió un suspiro en ella. —Ha pasado tiempo desde que Hyecchi durmió conmigo —palmeó a su lado y negué ante sus palabras. Hace menos de veinticuatro horas lo estábamos haciendo y fingía no saberlo.

Sus brazos me enrollaron y la calidez de su cuerpo me abrigaba fervorosamente. Nos acompañaba la luz de la lámpara, sus orbes marrones oscuros me observaban fijamente mientras pasaba una de sus manos por mi rostro. Ligeras pecas adornaban la punta de su nariz y mejilla y le vi sonreír sin saber el motivo del porqué lo hacía, trazaba líneas imaginarias por toda mi cara y susurraba para él y, el parpadeo lento me hizo perderme en su mirada. Sus caricias de detuvieron y los latidos de mi corazón se hicieron con más fuerza al ver la cercanía, por inercia cerré mis ojos, le escuché reírse y al verlo nuevamente reía bajamente.