No tenia mas de 5 o 6 años cuando descubri mi verdadera pasion.
Mi abuela era costurera, la mejor que yo jamas haya conocido. Sus vestidos dejaba entrever entre sus costuras y bordados el amor que ponía en ellos, y como no, de ese mismo amor me enamore yo, de cada punzada de aguja, del sonido de la maquina de coser mezclándose con la música del tocadiscos.
Eran tan dulces los recuerdos de mi infancia... Pero no todo en la vida es eterno.
Mi abuela enfermo cuando yo tenia 16 años, obligándola a estar en cama, no me quería separar de su lado. Lleve la maquina de coser y todas sus telas a la habitación, y allí, empece a coser para ella al son de los discos de vinilo que tanto le gustaban.
Mis padres se oponían totalmente a que yo fuera como mi abuela y desperdiciara mi vida, ellos querían que fuera abogada o medico, lo que suelen querer todos los padres.
Hasta que unos meses después llego el día, agarrada de su mano me dijo que luchara por mis sueños, que jamas me diera por vencida. Yo lloraba y mi alma se iba desgarrando a medida que su voz se apagaba.
La maquina dejo de coser, los discos de sonar y durante un largo tiempo todo fue gris.
Vaya no me he presentado, soy Victoria Muñoz, estoy a punto de cumplir 20 años y, aun no se como, pero voy a ser diseñadora de moda, así los tenga que empezar a vender en el mercadillo.
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Algo mas que un sueño.
RomancePara Victoria una aguja e hilo era para mucho mas que coser. Cuando la pena y desdicha se meten en su alma, recibe una carta con aquello que mas desea. Y...¿Como hiba a rechazarlo?