Verdadera Naturaleza I

La Niña y La Adulta

Ruka seguía a la joven ángel guardián por distintas calles de la ciudad, alejándose cada vez más de las zonas de comercio. Ante esto, Ruka repaso mentalmente lo que la señora María le había relatado sobre la organización de las ciudades... si todas realmente eran iguales, debían de estar dirigiéndose a una zona residencial, aquella ubicada más cerca de la zona industrial. Tras unas horas caminando a ritmo pausado, Jessica señalo la entrada a un pequeño edificio de no más de seis pisos, por lo que, Ruka recorrió tanto la estructura, como todos los alrededores con la mirada. A pesar de la oscuridad de la noche, los postes de las calles alumbraban perfectamente, siendo capaz de ver a lo lejos la silueta correspondiente al parque industrial. La voz de Jessica la sacaría de su sutil análisis del territorio

Jessica-parece que el vigilante ya está en su horario laboral... tendrá que seguirme la corriente, ¿está bien?-

¿Seguirle la corriente? Se cuestionó Ruka pero, antes de poder pedir por una explicación, solo observo como un rápido destello de color blanco puro cubría a la joven ángel guardián, y tras este desaparecer... la joven de once años había cambiado súbitamente, tomando la apariencia de una joven adulta en sus veinte años quien, aprovechándose del desconcierto experimentado por Ruka ante el repentino cambio, la tomo de la mano con familiaridad para luego, hacerla caminar en dirección al edificio... todo de manera tan rápida que, impidió a la niña demonio manifestar adecuadamente su sorpresa.

Sin soltarse las manos, la mujer ángel y la niña demonio se acercaron a la entrada del edificio, deteniendo sus pasos al lado de la caseta de entrada al estacionamiento subterráneo, en donde se encontraba un hombre que parecía rondar los cuarenta y tres años. Este hombre al verlas acercarse salió de su lugar para darles la bienvenida y en ese momento, Ruka pudo ver los cabellos oscuros entremezclados con pequeñas canas, así como la mirada grisácea que destellaba con amabilidad; el uniforme era similar al de los cazadores con los que antes se había encontrado pero, en detalles pequeños como insignias, bordados y relieves, todo era distinto. El hombre hizo una reverencia en dirección a la mujer ángel mientras comentaba con una sonrisa

-buenas noches, señorita Jessica-

Jessica-buenas noches señor Víctor ¿Ha sido una noche tranquila?-

El hombre, feliz ante el interés genuino de la mujer ángel al preguntarle aquello, se encontraría respondiendo

Víctor-si señorita, lo ha sido pero, admito que me sorprende verla llegar tan tarde. No es algo que usted acostumbre-

Jessica-hoy ha sido un día un tanto agitado...-

Expreso la mujer antes de señalar en dirección a Ruka. El hombre se inclinó hasta colocarse a la misma estatura de Ruka quien, sin saber bien la razón termino por refugiarse tras Jessica, sorprendiendo a la mujer ángel que se vio obligada a hacer un esfuerzo para que su sorpresa no se hiciera evidente. En ese momento, el hombre que aun sonreía con calma, se decantaría por preguntar

Víctor-¿y esta pequeña?-

Jessica-es la razón de que llegara tarde. Ella es... una familiar... mi prima...que a partir de hoy se quedara un tiempo a mi cuidado. Pase la tarde enseñándole la ciudad, es por eso que llego a esta hora-

El hombre le sonrió amablemente a Ruka mientras le ofrecía su mano derecho como un gesto de saludo amistoso. Un tanto dudosa, Ruka correspondería el gesto mientras se permitía percibir el poder elemental del hombre... era simplemente viento y ni siquiera era tan potente. El hombre, sin saber lo que Ruka pensaba, se limitaría a expresar

-bienvenida pequeña. Mi nombre es Víctor y me encargo de cuidar el sitio donde vas a vivir junto con tu prima. Siéntete libre de avisarme de cualquier cosa sospechosa que veas, ¿sí?-