— Las pistolas son mejores para empezar — explico Rick — Primero el cargador, la corredera y el seguro.
— Eso si que es fácil ¿No? — pregunto Carl mirando al rubio, de manera desafiante.
— Cargador vacío, cámara vacía — nos mostró — ¿La ven? — Asentimos — Imaginemos, hay alguien frente a ti, está armado.
— Tendrás miedo — menciono Carl nuevamente al rubio — Ya lo verás.
Le sonreí, esto parecía ser una pelea que jamás acabaría. Desde ayer, Carl y yo hemos tenido una linda relación de amistad, aún que sea un protector de mierda.
— Tu cuerpo se tensara — menciono Rick — No tendrás tiempo de pensar, solo querrás apretar el gatillo cuando esté frente a ti — apunto — Pero fallaran, y morirán.
— Gran consuelo — mencioné de forma sarcástica, logré que Carl riera un poco.
— Tienen que levantar el arma. A la cabeza.
Carl lo interrumpió — Deben ser fuertes y esperar a que llegue el momento.
El rubio miro a Carl, de una forma matante, este se acercó a Rick y le pidió el arma. Eso alarmó mis sentidos ¿Que si le dispara a Carl?.
Me puse en posición, esperando el momento.
Pero no hizo nada.
— Llévate esa contigo, acostúmbrate a tener un arma encima.
— ¿Y yo? — pregunté.
Carl me miro — Tu, literalmente eres un arma.
— Rick — reprendí ignorando totalmente el comentario de Carl.
— Ten — me la dio — Cuidado.
— ¿Puedo usarla? — pregunto el rubio — Para matar caminantes.
Carl lo miro extrañado, era claro que ese chico no quería matar cosas muertas. Tenía una mala intención, tengo que vigilarlo.
Rick negó — No, por el momento no, los muros son fuertes y los caminantes están esparcidos, no quiero concentrarlos en un mismo lugar.
— Pero ¿Que pasa si práctico en el centro? El sonido irá en todas direcciones, o podría usar un silenciador.
Me acerque a él — ¿No entendiste?. No.
Me miro desafiante, Carl se puso detrás mío. Todo comenzó a ponerse tenso, juro que si da un paso más, le romperé el cráneo en un abrir y cerrar de ojos.
— Aún que... — hablo — No deberíamos desperdiciar balas ¿No? — todo se calmo — Solo quería aprender.
— Lo harás — menciono Carl — Vamos _________.
Me tomo de la mano y me guío lejos de aquel chico, no puedo bajar mis alertas, ese chico es peligroso.
— Te odia ¿Por qué? — pregunté.
Me soltó — Piensa que salgo con su mejor amiga, que el la hace llamar novia.
— ¿Y es cierto?.
— No, digo Enid es linda pero es solo mi amiga.
— ¿Ella es linda?.
— Si, es como tú... — me miro, apretó los labios y siguió caminando.
— Soy linda — susurre.
— Y dime... ¿Que es lo que más te gusta de aquí?.
— El agua caliente — reímos — Sin duda — nos detuvimos — ¿Y tú mamá?.
Me miro fijamente, un silencio se creo en la atmósfera, me sentí incómoda creo que no debí haber preguntado eso.
— Ella, murió.
— Lo lamento, no tenía idea.
— Pero nos dejó un gran regalo, a mi pequeña hermana Yudith.
Sin más que decir o hacer lo abrace, era un poco más alto que yo así que escondí mi rostro en su cuello. Este a los segundos correspondió mi abrazo. Era tan pacifico estar de está manera, me doy cuenta que los abrazos comienzan a gustarme.
Me separé, lo mire directamente a su hermosos ojos azules. Sonrió y siguió caminando, dejándome. Pero lo seguí.
De pronto, pude escuchar pasos detrás de nosotros, mire de reojo, era el chico rubio, nos estaba siguiendo.
Carl saco su arma y la puso en el gatillo; dándole a entender que dispararía sin importar que.
— Si intenta algo, lo mataré — exprese en susurro.
— El no hará nada.
Seguimos caminando como si nada estuviera pasando, pero nos alarmamos al escuchar un gran estruendo, corrimos al lugar y era nada más y nada menos que la barrera, se había caído gracias a que algo cayó encima de ella.
— Ve a casa, ahora — ordenó Carl apuntando con su arma.
— No, yo puedo hacerlo — me acerque a Rick, quien me dio una señal; quería que me fuera.
— ¡Todos vayan a casa! — grito Rick.
— ¡No! — le grite — ¡Yo te puedo ayudar!.
Respire profundamente y mire a mi alrededor, Carl ya no estaba y todos se dirigían a sus casas.
Levanté mi mano, mis sentidos despertaron, tome una tabla larga y gruesa, y la aventé clavándola en la cabeza de unos cuantos caminantes.— ¡Son demasiado, vuelve! — grito Rick.
— ¡No te dejare!.
Frene a una gran manada de caminantes para que las personas pudieran entrar a sus casas, la cantidad de fuerza que hacía me debilitaba poco a poco. Pero ignore totalmente eso y seguí parando a los caminantes, había algunos que no podía detener, ya que venían en diferentes direcciones.
— ¡No resistiré! — grite.
— ¡Ya, vamos, vamos! — Rick me tomo de la mano y me cargó en su espalda.
Corrimos hacia una de las casas mas cercanas.
— Carl ¿Dónde está Carl? — pregunté con debilidad.
— Debe estar bien, hiciste un gran trabajo, ahora descansa — llegamos a la casa y me puso sobre el sofá.
Me dieron unos pañuelos, me limpie la nariz y orejas, me di cuenta que era Carl el que me los había dado, lo mire y abrace.
— Estás bien — sonreí — Temía a que algo te hubiera pasado.
—¿Tu estás bien? — Asentí — Lo que hiciste haya, fue increíble.
— Estoy feliz de que todos estén bien.
— Ven, te mostraré a mi hermana — me tomo de la mano y me dirigió a la habitación de arriba.
Su mano encajaba a la perfección con la mía ¿Por qué me sentía tan extraña?.
Mierda.Hasta aquí, el maratón.
Espero les haya gustado, las amo♡