Siempre tú

¿Un simple hola?

A veces pequeños instantes nos traen a personas eternas...

13 de mayo, 2020

"El coronavirus no llegará a mi país" Creo que todos pensamos eso ilusamente cuando nos enteramos de la existencia de la enfermedad y nos decepcionamos al darnos cuenta de que sí, llegó, porque las cosas parecen muy lejanas e imposibles hasta que tenemos que enfrentarlas cara a cara.

Ahora ese pensamiento solo me daba risa, porque mi país se encontraba en cuarentena hace dos meses y nunca pensé en esa posibilidad realmente, que ahora era una realidad.

Ansiedad...

Mucha ansiedad...

Depresión por momentos...

Ganas de respirar aire fresco...

Ganas de abrazar a mis amigos...

Y ganas de lo que nunca pensé tener ganas, de ir a la escuela.

Así me encontraba yo y creo que hablo por todos, en esos duros momentos. Deseaba tanto volver a la normalidad. Extrañaba hasta el más mínimo detalle de lo que antes era común.

Supongo que valoramos realmente algo cuando ya no lo tenemos con nosotros.

Sé que debo agradecer estar sana junto a mi madre y tener un techo en el que refugiarme, pero a veces me vuelvo frágil, no puedo resistir más y aunque no sea la persona con más problemas del mundo, por momentos, lo siento así.

Pensando en esto me puse sentimental y le escribí a mis compañeros de aula:

No pensamos nunca extrañar tanto la escuela y aquí estamos, recordando los pequeños detalles de cuando éramos felices y no nos dábamos cuenta: los cuentos, las risas, las fotos y hasta los profesores, pero cuando todo pase haremos nuevos cuentos, nos reiremos con más intensidad, nos tiraremos fotos mucho mejores y bueno... los profesores quizás no nos parezcan tan tediosos. Estoy segura de que valoraremos más la buena compañía, los abrazos, los consejos y todo lo lindo que pasamos por alto porque se nos hacía cotidiano... Los extraño mucho. Son lo máximo✌🏻💙

Terminé con los ojos aguados luego de escribirlo. Sentía tanta impotencia, porque quería salir a comerme el mundo, pero lo único que podía hacer era comer chucherías encerrada en mi cuarto, intentando pasar la ansiedad. Por suerte es más probable que un elefante vuele, a que yo engorde, porque sino ahora mismo estaría rodando en vez de caminando.

Cada día me levantaba tarde, por la noche me acostaba y me conectaba en el celular hasta la madrugada, tal era mi aburrimiento que ese era mi momento favorito del día.

Como cada noche estaba acostada en mi cuarto chateando con mis amigos por WhatsApp, a punto de dormir, cuando una notificación de alguien que no tenía en mis contactos me sorprendió.

De inmediato vi su foto de perfil y... Oh por Dios está bien guapo.

Piel muy blanca que contrasta con su pelo oscuro, ojos color miel achinados, labios gruesos y parece alto. Si antes no tenía un tipo de chico ideal, ahora lo acabo de encontrar.

<< Como que se me acaba de quitar el sueño de repente. >>

Entro al chat para ver su mensaje:

-Hola :)

¿Quién eres? ¿Qué edad tienes? ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Te caíste del cielo? ¿Nos casamos o qué?

<<Abby por favor cálmate, es un simple mortal.>> Me recuerda mi consciencia

Un mortal muy guapo.

Wey ya...

-Hola

Le respondo de regreso.

Y ese es el comienzo de una conversación que se extiende hasta las 5:00 a.m.

Por Dios, nunca me había acostado tan tarde.

Dejando un lado lo superficial, este chico: Dylan, es una persona muy interesante, así que valió la pena y las ojeras que tendré mañana.

<<Parece que por fin acabo de encontrar un entretenimiento en esta horrible cuarentena.>> Pienso y me voy a dormir entusiasmada, por primera vez en dos largos meses.

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Espero que les haya gustado este capítulo, si es así no se olviden de votar ☆

Bai UwU