Capitulo 1

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Hoy caminaba sin rumbo alguno, era un día extraño en las calles de Amsterdam, estaban solas, a pesar del sol, que caía en las calles y habían muy pocos locales abiertos, me pareció algo muy extraño ya que era lunes. Caminaba mientras fijaba mi vista en los nombres de los locales por los cuales iba caminando a paso lento, decidí ir a un café así que cruce en la esquina y pase a un pequeño local muy cálido decorado con madera en una de las paredes decía "Ontspan en geniet van het leven" que significaba "Relájate, y disfruta de la vida" Una frase muy linda a mi parecer, me senté en la mesa del fondo y no paso mucho para que una chica de cabello rubio me atendiera

-Hola, ¿Va a pedir algo?- Su tono era suave y calmado, y sostenía una pequeña libreta

-Si, emm, dame un café doble y, una media luna por favor- Le sonreí amablemente y ella tomo el lapicero que se encontraba entre el moño de su cabello y anoto lo que le dije en la libreta

-Esta bien, ya te los traigo- Se retiro rápidamente dejándome en silencio

Saque mi teléfono y vi que tenia un mensaje de mi madre, es de hace media hora, también tengo cinco llamadas perdidas de ella, decidí escuchar el mensaje de mi madre

-Cariño, ven rápido a casa por favor- Su voz estaba quebradiza y débil

Me preocupe al instante, me levante de la mesa donde me encontraba, me dirigí a donde se encontraba la chica que me atendió y le pedí que me diera el café y la media luna para llevar ella asintió con la cabeza y se dirigió a donde supongo que queda la cocina, luego de un rato salio con la media luna en una bolsa de papel y el café en un vaso de anime, le agradecí y salí rápidamente hacia mi casa, el sol que caía en las calles de la ciudad había desaparecido por completo ahora el cielo era gris y amenazaba con llover. Caminaba lo mas rápido posible al punto de correr, llegue a casa y note que la puerta estaba semi-abierta, el pánico inundo mi cuerpo temí por lo que le podía haber pasado a mi madre, abrí cuidadosamente la puerta, al ver que no había nadie pase cerrando la puerta a mis espaldas, sentí un gran golpe detrás de mi cabeza haciéndome caer al suelo, luego de eso todo se volvió negro

Abrí lentamente los ojos, me dolía la cabeza y todo me daba vueltas, mire a mi alrededor, no conocía aquel lugar, las paredes eran negras, era muy elegante, note que un chico de unos 26 años estaba a mi lado, estaba hablando con lo que supuse era una enfermera ya que traía una inyección y acomodo el suero que tenia

-¿Donde estoy?- Dije débilmente en un susurro- ¿Donde estoy?- Repetí nuevamente un poco mas alto para que me escuchara

-Estas en un campo de entrenamiento para la guerra...








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