Vivían en un hermoso departamento, con un bonito living comedor, una cocina bastante moderna, un baño espacioso —donde también estaba su lavadora y secadora—, hasta tenían un baño extra, de invitados. Hermosa vista desde el quinto piso en el que vivían, con un balcón pequeño, pero suficiente para ellos. Lugar, donde habían colocado unas pequeñas plantas, que Kazemaru regaba cada mañana, antes de ir a su trabajo.
Sí, habían pasado de un departamento, que compartían con sus compañeros de piso, a un lugar mucho más lujoso, donde podían tener privacidad e intimidad. Sobre todo aquello último.
El esfuerzo de ser destacados deportistas, había valido la pena.
Actualmente, Kazemaru trabajaba de profesor de deportes en una primaria no muy lejos de su actual hogar, y terminando esas labores, entrenaba al pequeño club de fútbol de esa misma primaria. Su pareja por otro lado, también salía temprano a trabajar, directamente a una preparatoria, donde entrenaba a un importante equipo de esa liga. Dicha preparatoria, era la favorita para ganar el próximo torneo de fútbol. Se decía que se equiparaba a Teikoku, debido a sus diferentes logros y patrocinadores, incluso muchos chicos de Teikoku, terminaban por ir allí, para acabar sus últimos años de estudios. Kazemaru estaba muy orgulloso por él.
Ambos llevaban varios años viviendo juntos, soportándose, queriéndose. Lentamente su departamento vacío, fue llenándose de muebles, cambiando algunos de ellos con el tiempo, pintando las paredes de otro color, cambiando las cortinas, todo lo decidían juntos. Muchos cambios habían ocurrido en esos años, mientras vivían allí. Incluso, habían invitado a sus amigos a veces, a pasar algunas fiestas, como año nuevo por ejemplo.
Su hermoso departamento, poseía tres habitaciones, en una dormían, otra la usaban de gimnasio como también de estudio, no se habían podido poner de acuerdo así que era una habitación con dos tipos de ambientes. Esto debido, que para la tercera habitación, tenían otro plan, uno muy diferente, que merecía otro tipo de decoración y atención.
Así es, tanto tiempo viviendo juntos, siendo responsables, cuidándose mutuamente, creían que era hora de dar ese gran paso como pareja, y obviamente lo iban hacer juntos.
¡Adoptar una mascota!
Si, lo habían discutido por bastante tiempo, ya que la tercera habitación seguía vacía, llenas de cajas de cartones vacías, que Kazemaru había tenido que limpiar hace no muy poco tiempo. Allí decidieron adoptar una mascota. Kazemaru había querido una, pero estaban muy ocupados con sus carreras como futbolista, luego compartieron piso con sus compañeros, no podían traer una mascota y molestarlos, pero ahora parecían tener todas las facilidades.
Finalmente, luego de estudiar mucho, leer sobre el tema, decidir la mascota, comenzaron a hacer espacio, comprar algunas cosas, como: jaulas, comida, juguetes, lo típico antes de traer a la mascota elegida. Colocaron hasta una reja de seguridad en la puerta de esa tercera habitación, para que no escapara, y también así estuviera seguro. Cuando estuvo todo listo, decidieron que era hora de elegir.
Habían visitado varias tiendas de mascotas durante ese proceso, donde además de buscar consejos y comprar las cosas necesarias, también veían que mascota era la que iban a adoptar. Así que finalmente, cuando ya estaba todo listo y decidido, con Kazemaru al volante, fueron hasta el lugar elegido.
Era una tienda bastante grande, con jaulas y sectores espaciosos para las mascotas, que estaban aseguradas para que estos no se lastimen, ni tampoco se estresaran. Ya sabían que mascota elegir, así que fueron directamente donde estaban aquellos animales. Se acercaron a un gran corral, que les llegaba por encima de la cintura, el cual rodeaba un amplio sector, con mucho heno, jaulas, bebederos y juguetes. Claro, unos pocos conejos que saltaban por allí.
ESTÁS LEYENDO
La Tercera Habitación
FanfictionUna pequeña historia de Fudou y Kazemaru, viviendo juntos en su departamento, agregando nuevos miembros a su familia [soft boy love]