Noche de bodas

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—Si... Si quiero... Si me quiero casar contigo, bestia tonta— decía muy feliz Izaya, llorando de felicidad, pues el amor de su vida le había propuesto matrimonio.

—Ya veo... ¡Que alegría!— le contestó Shizuo con la misma emoción, lo habían aceptado y nada lo hacía más feliz que eso.

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Después de que se dió a conocer la noticia sobre el matrimonio de estos dos la gente se extraño mucho, pero igual se alegró, puesto que ése par de tontos eran el uno para el otro, después de todo.

Los arreglos para la boda empezaron con mucha anticipación, todo tenía que ser perfecto, ya que iba a ser un día muy especial.

Comenzaron por los padrinos, luego con los invitados.
Seguido por los arreglos de todo el local y de la iglesia.
También con las damas de honor y sus acompañantes.
Al igual que por sus trajes, decidieron los centros de mesa.
La música no puede falta y menos los trajes de los novios.

Todo daba nervios pero valdría la pena, y así fue.

El día de la boda llegó, no se podía contener tanta emoción.

Shizuo se encontraba caminando de un lado a otro con los nervios de punta y la piel de gallina, era el peor momento para que malos pensamientos de lo que podría salir mal lo atacaran, y era peor ya que Izaya aún no aparecía en la iglesia.

De pronto llegó y la ceremonia dió inicio, todo fue muy hermoso, tanto los votos matrimoniales como el "Si, acepto"

Después de eso vino la recepción, pudieron bailar su primer canción juntos, como una pareja oficial, y también el cumbión bien loco que bailaron todos

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Llegó la hora de que los novios llegarán a su próximo destino, su luna de miel, en este caso, fueron a un lugar paradisíaco, un lugar hermoso, con vista al mar, en una casa igual de bella y relajante.

Era momento de consumar su amor como uno solo. A pesar de haber estado mucho tiempo juntos, se guardaron a ellos para ésta ocasión específica, sería la primera vez que se entregarían el uno al otro.

Shizuo llegó con Izaya en sus brazos y lo recostó delicadamente en la cama.

Se vieron por unos cuantos segundos para después darse un suave beso en los labios.

En ése momento no tenían prisa, sólo estaban ellos dos, y querían disfrutarse toda la noche.

Empezó a desabotonar el traje de su pulga lentamente, así como empezó a dejar castos besos en su suave piel. Disfrutaba dejando marcas y lamiendo todo eso que ahora le pertenecía.

Cuando ya había sacado sus ropas, se dedicó a ver la desnudez de Izaya, y el recién nombrado empezó a ayudarle al rubio con su propia ropa.

Era momento de empezar a unirse entre ellos mismos.

Shizuo lo tocaba de manera suave, quería disfrútalo mucho, y que Izaya también lo hiciera.

Besaba sus labios y de ahí descendió hasta su cuello, lo recorrió y llegó hasta su pecho, donde beso, lamió y chupo los pezones de su linda pulga, bajó un poco más dejando un rastro de besos hasta su estómago, viajó por su vientre hasta que llegó donde el pequeño amigo de Izaya.

El de cabello azabache se movía un poco inquieto, nunca había experimentado tal sensación. Sintió cómo Shizuo soplaba suavemente su miembro para después lentamente introducirlo a su boca, la cual subía y baja despacio, sacándole al pelinegro abundantes jadeos, él se sentía en el cielo.

Poco a poco sentía como ya casi terminaba, en esos momentos ya gemía de forma desesperada, soltando su exitación dentro de la boca de su rubio, el cual no pudo evitar tragar la escencia de Izaya había emanado. Era dulce, a lo mejor la pulga comió piña todo el día.

Luego de eso, el rubio se separó de el y buscó un frasco de plástico que poseía un líquido frío y resbaladizo, el cual abrió luego de encontrarlo.

Las piernas de Izaya estaban abiertas de par, dejando expuesto todo a la vista de su bestia, Izaya moría de vergüenza.

El rubio puso un poco de ese liquido en su mano y en la entrada de Izaya, luego su cara subió para encontrarse con los labios de su pulga, besandole con mucho amor.

Y así metió primero un dedo en en interior del pelinegro, éste no pudo evitar soltar un quejido ante la reciente intromisión dentro suyo, duro un rato así hasta que el rubio decidió meter otro más, ahora el azabache jadeaba un poco más, podía sentir como los dedos del mayor abrían su interior. Y al final metió un tercer dedo, Izaya gemía un poco más sin poder controlarse, pero no necesitaba hacerlo, al rubio le gustaba oír su melodiosa voz haciendo esos sonidos lascivos , pero sobre todo, disfrutaba oír su nombre salir de aquella dulce boquita.

Izaya ya estaba lo suficientemente dilatado, le tocaba a Shizuo junior hacer su presencia.

— Por favor... Ha... Hazlo despacio— le dijo Izaya, era su primera vez y el rubio bien lo sabía, debía ser amable, quería que está noche fuera especial.

Shizuo asintió y comenzó a introducir la punta de su miembro en Izaya, éste último se concentraba en estar calmado, pero le era difícil ya que era un poco doloroso.

Lentamente fue entrando un poco más, Izaya respiraba de forma rápida, entonces Shizuo lo besó, en el le transmitía muchas cosas.

—Izaya, te amo— dijo el rubio para terminar de entrar en él.

De forma lenta y pausada empezó a entrar y salir de Izaya, sintiendo sus paredes internas apretar de una forma genuina su hombría. Izaya gemía cada vez que entraba y salía, se sentía bien, en inicio fue un poco doloroso pero ahora le gustaba eso.

Poco a poco fueron acelerando más cada estocada, el sonido de aquellas pieles chocar llenaba la habitación.
Ése acto no era sólo por lujuria, sino por amor.

Un amor que se formó del odio y que ahora se complementaba así. Con esa unión que estás dos personas no se imaginaban.

Quién diría que terminarían así, y ahora que se vió que pudo ser verdad agradecían que así fuera, algo sólo entre ellos dos y nadie más.

Llegaron al punto en el que casi terminaban y así lo hicieron, uno dentro de Izaya, y el otro entre sus cuerpos.

Cayeron en la cama cansados, intentado regular su respiración, estaban realmente agotados.

Izaya se acostó sobre su ahora esposo y poco a poco fue cerrando sus ojos.

—Yo también te amo, Shizu-Chan—  murmuró Izaya para finalmente caer dormido

El rubio sonrió, lo abrazó contra sí mismo y besó su cabeza para también ceder ante el cansancio.

Y es así como ahora empezaban una vida juntos, en la que les esperaban momentos buenos.


































Buenas bellezas, ¿qué tal les va? Espero que estén bien y se hayan cuidado mucho éste año, si que hemos pasado por momentos muy difíciles, jsjsjsjs, pero ojalá no les haya faltado la felicidad en algún momento. Feliz navidad preciosuras, espero que la pasen bien con todos los que quieren, coman bonito (^^)💕bendiciones para todos.
Recuerden votar y comentar sin pena, ciao ciao.

-Kotaro

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