Juguemos a un juego llamado Amor - SaneKana

Capítulo 5

— Deberíamos ir a dormir — Ella dice luego de estar un tiempo recostados en la alfombra.

Suspiro.

— Podemos dormir abrazados — Ella dice mientras ríe y se levanta — Toma agua antes de ir a dormir — Me mira severa.

Asiento.

— Ven — Camina hacia la cocina, realmente se veía muy muy hermosa con ese sweater, falda y medias altas.

Llegamos a la cocina y ella me extiende un vaso con agua que había sacado de un filtro que había en la misma.

Bebo.

Luego de eso ella lava los vasos y se para frente a mí.

— ¿Vamos? — Ella toma mi mano y me tira hacia la habitación.

¿Enserio quiere que durmamos juntos?

Ninguno teníamos calzado, así que simplemente se tira sobre la cama, yo por consecuencia de ella me llevaba de la mano también caigo en la cama.

— Vamos, di algo — Ella dice mientras se sienta sobre mi estómago — Desde que te levantaste de la mesa no has dicho nada —

— Te ves hermosa con ese sweater, falda y medias — Le digo, osea entre más la miraba más me parecía hermosa.

Puedo ver los colores subir a su cara.

— A-Ah... — Mira hacia abajo al parecer avergonzada. No dice nada, solo se recuesta en mi pecho, luego se levanta — Apagaré la luz — Va hasta el apagador de la luz y la apaga — No veoo —

Luego la siento sobre mí.

Sus muslos estaban casi en mi cara, se sentía bien.

— A-Ah, p-perdón — Se retira rápidamente, baja hasta mi cintura y se sienta, luego se recuesta en mí.

Me echo la cobija encima y la abrazo, la recuesto a mi lado solo me dispongo a oler su fragancia.

Olía MUY bien, por cierto.

Lo último que siento es a ella poniendo sus piernas entre las mías y clavando su cara en mi cuello, luego caí dormido.

— Neeemi — Ella me sacudía — A desayunar —

Abro los ojos perezoso.

Sus dos pechos colgaban hacia abajo mientras ella estaba inclinada hacia mí.

— Que buena vista — Era excitante.

Ella solo se retira mientras sonríe — Te espero en la mesa — Se acerca y me da un beso en la cabeza, luego sale de la habitación.

Suspiro y abro mis brazos por toda la cama, mis palmas colgaban.

La vida en pareja es preciosa.

Tomo impulso y me levanto.

En el resto de días nuestra relación fue cambiado para mejor.

— Me voy a bañar — Anuncié mientras salía de la habitación con mi toalla.

— ¿Te acompaño? — Ella dice mientras deja de leer el libro que leía.

— ¿Eh? — Nunca me había bañado con una mujer, sería incómodo ¿No?

— Hemos estado durmiendo juntos esta última semana — Ella sonríe y deja el libro a su lado — Ve llenando la tina, es bastante grande ¿No? —

Pues la verdad sí, que se notase el precio de la cabaña, en esa tina cabían bien 2 personas.

Entro al baño y empiezo a llenar la tina.

Espera ¿La vería desnuda?

Uh...

Sería... no, seguro usará un traje... o-o... uh...

Quería verla sin nada.

Suspiro.

Para ella sería muy incómodo seguramente, así que mejor no pienso mucho en eso.

Empiezo a llenar la tina, luego la puerta se abre y se vuelve a cerrar.

— Permiso~ — Ella sonreía mientras me miraba.

Solo llevaba una toalla.

Se para frente a mí, no la había dejado de observar desde que había llegado.

— Con orgullo puedo decir que tengo buenas proporciones — Ella sonríe y hace un pose para presumir un poco de sus, bueno, proporciones.

Miro algo nervioso por el baño, ni idea de a qué quería llegar, pero me estaba empezando a excitar de más.

— Estás muy bien ejercitado... — Dice mientras pone sus manos sobre mis abdominales.

Estaba parado frente a ella, literalmente hipnotizado por ese cuerpo tan... uff.

Me mira a los ojos y me sonríe algo burlona — Y hay un amiguito que también quiere hacer ejercicio —

— A-Ah... — Doy un paso atrás, solo para caer en la tina.

— ¡C-Cuidado! — Ella intenta atraparme para no caer, pero al final solo agarra mi toalla y me la quita, además de caer en la tina conmigo.

Al notar la pose en la que estábamos, solo puedo llevar mis manos a mi cara y cubrirla.

Qué vergüenza.

Ella se repone y me mira, yo también la miraba.

— E-Ehm... — Mira hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia abajo y luego a mis ojos — Y-Yo... — La veo tomar aire, como siempre hace para agarrar coraje — ¡Fum! — Mientras suelta ese raro gritito, se quita la toalla que estaba medio puesta y me abraza.

Hey, hey.

Si ya estaba excitado... a saber cómo estoy ahora.

Primero, era muy suave.

Segundo, eran muy suaves.

Tercer, era cálida y esponjosa.

Era muchísimo mejor que una almohada.

Hago que nos acomodemos en la tina y luego la acomodo sobre mí.

Llevo mis manos a su cintura y le sonrío, enserio estaba excitado, pero creo que debía contenerme.

— Tú... ¿Quieres hacerlo? — Ella pregunta mientras se mueve sobre mí, ofreciendome algo de placer.

— ¿A-Ah? N-No tenemos condones, así que... — Ella niega. ¿Qué? ¿Ella trajo? Estás de broma

Sonríe — Yo traje algunos —

— ¿Hasta donde quieres llegar conmigo? — Haber traído condones, haberse metido al baño junto a mí...

— Quiero llegar hasta viejita a tu lado — Me abraza y pone su mentón en mi hombro, luego ríe — La tina creo está lista — Se levanta un poco y cierra la llave, cuando lo hace sin preocupaciones pone mi cara entre sus pechos.

Hey, son MUY MUY suaves.

Cuando ella vuelve a su posición anterior, tomo impulso y la pongo debajo mío.

— ¿A-Ara? — Abre sus ojos algo sorprendida.

Llevo mi mano derecha a su pecho izquierdo, mientras mi mano izquierda me servía de apoyo para no caer sobre ella.

— M-Mgh~ — Muerde su labio inferior y sonríe — Siempre creí qu-que Mgha~ mi-mis pechos eran un estorbo —

— ¿Por qué? — No dejo de masajearla, era muy suave ¿Ya lo había dicho?

— S-Son mu~y grandes — Ella tenía su cabeza fuera del agua, así que seguramente hacía un gran esfuerzo.

— Lo haremos luego — Me acerco y le deposito un beso en sus labios.

Ella asiente.

— ¿E-Entonces... por qué nos bañamos? —

— ... —

Buena pregunta.