Podría dar mas detalles sobre mi infancia y mi adolescencia peto creo que eso no es tan interesante, lo realmente interesante comenzó cuando cumplí 18. Me sentía grande, poderosa y rica, gracias a mi primer empleo cómo recepcionista en un lujoso hotel, no ganaba tanto pero si lo suficiente para comprar ropa y esos deliciosos dulces orientales que solo se conseguían por paqueteria.
Mis primeros días trabajando no fueron la gran cosa, era temporads baja y no llegaba mucha gente importante.
-alessa creo que hiciste mal un cargo a tarjeta de crédito- dijo mi jefe, mientras daba una chequeada a mi monitor de cobros, eso me asustó
-mal? Por que dices eso, yo lo he hecho todo con cuidado, estas de coña? -
-no, mira- señaló unos números - en vez de cargar 12,000 dolares cargaste 120,000, te pasaste por un poco-
-mierda¡ es muchísimo. ¿Y ahora que?, podemos hacer la devolución ¿verdad? -
-una cantidad tan grande, tardara una semana como mínimo-
No quiero hacer las cosas muy largas, el problemita se solucionó pero tenia que pedirle una disculpa a nuestro huesped por aquello, la tarjeta estaba a nombre de una tal Elena Lincoln, así que la busque en su habitación sin éxito alguno, ella ya no estaba.
Busque algún dato que me ayudara a dar con ella, la única pista fue esclava un salón de belleza, que nombre tan raro para un lugar así.
No pude averiguar la dirección exacta hasta dos días después, estaba realmente muy cerca de el hotel. Al terminar mi turno me decidí a ir a ese salón, tomé mi bolso, mi chaqueta y camine varios minutos bajo los cálidos rayos de sol, los ultimos antes de anochecer.
A lo lejos vi el local, muy llamativo y me extraña no haberlo visto antes, por fuera es todo de un tono rosa y con grandes letras negras, es muy intimidante....
A la entrada de aquel lugar me recibió una chica bastante delgada y elegante, con grandes ojos negros y pelo de color verde, sobra decir que se deshizo en amabilidad conmigo.
-estoy buscando a la señorita elena lin... -
-la señora Lincoln llegara mas tarde, estas de suerte ya que ella no pasa mucho tiempo aquí, pero quedo en venir hoy- respondió con una gran sonrisa, llevandome a una pequeña sala de espera
-no importa, de verdad tengo que verla puedo esperar- puse mi trasero en un divan rosa y tomé una revista de la realeza británica para fingir leer un rato.
Pasaron unas dos horad antes de que la misma chica me anunciará que la señora Lincoln estaba en el local, al tecibir la noticia me levante de ahi y camine hacia la entrada para encontrarla, al verla quedé muy sorprendida.