Capítulo 13.

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Isamu despertó poco a poco, sintiendo de inmediato —por olores irreconocibles— que no era su hogar, por lo que se levantó agitado.

Recordó cómo su padre advirtiéndole de que se cuidara de su celo porque ambos sabían que se acercaría; e hizo todo lo contrario.

Tuvo malos pensamientos al saber que estaba en una cama ajena.

Se levantó la camisa y decidió inspeccionar su cuerpo —se alegró de que no le doliera el culito— para descubrir si alguien dejó una marca o dejó señal de que él ya tuviese dueño.

Suspiró cuando no encontró nada.

—Tu olor no me afecta —reconoció la voz al instante—, y ya yo estoy interesada en alguien más.

Akadenne estaba en una esquina, abrazando sus piernas mientras miraba su teléfono. Isamu se agachó al frente de ella, notando la cara triste que traía.

—Kano mencionó que le hice algo a Yuna, que la lastimé —dejó el teléfono a un lado y le indicó que se sentara del otro lado—. Ella no me contesta las llamadas, y no responde mis mensajes —ocultó su cabeza entre sus piernas—. ¿Qué fue lo que hice? Jamás quise lastimarla; es muy valiosa para mí.

—Búscala a su casa, e intenta arreglar las cosas —más que por instinto que por consciencia, el Omega comenzó a acariciarlo la cabeza, sin dañarle la cebolla.

—Seguramente Kano le contó sobre mi enfermedad..., o porque soy Alfa.

—¿Qué tiene que ver que seas Alfa?

—El Alfa siempre lastima al Omega; porque el Omega es lo más especial que hay, pero el Alfa no sabe cuidar de él... Ella no querrá verme.

—Akadenne... ¡Si quieres, yo puedo ir a verla!

—¿Disculpa?

—Kirishima-san y yo somos amigos desde hace tiempo —sacudió sus manos en simbolismo de que no eran nada más—; si quisiera desahogarse, haré lo posible en oírla, ¡y te contaré para que lo arreglen todo! —le sonrió mostrando los dientes.

—Eso sería usarla.

—Pero no si sale bien —suspiró—. Quiero que ambas estén bien.

—Todoroki... —ella también curvó sus labios más delicadamente— Recuerda que estás en mi casa.

De inmediato, sus ánimos chocaron contra el suelo.

—Te presentaré a mi madre —Akadenne se levantó.

—Aléjate también de Isamu, de los Todoroki. No soportaría si te hicieran daño...

Akadenne aún tenía la duda por el miedo de su madre. Seguramente, cuando viera a Isamu, lo despreciará.

Suspiró profundo.

Isamu es su amigo, se ayudaban mucho, y le dolería perderlo. Era su primer amigo, y no quería perderlo. Por lo que ella se encargaría de demostrarle a Izuku lo bueno que era Isamu en realidad.

Ambos salieron de la habitación. Todoroki estaba muy nervioso, porque no quería que la madre de Akadenne malinterpretara todo, y que pensara que ambos era pareja, o habían estado "ocupados" gracias al celo.

—Despertaron. Me alegro —la suave y relajada voz de Izuku llamó la atención de Todoroki. La madre de su amiga era...

—¡¿D-DEKU?! —Roaf saltó de las piernas de su dueño del susto, mientras que la bicolor se tapó los oídos con sus dedos. Izuku sonrió nervioso— ¡¿Es usted?! ¡¿ES TU MADRE?! —ella le golpeó con el codo en la cabeza por ser tan gritón.

Aún Te Amo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora