Un humano parpadea quince mil veces en un día. Yo lo hago mucho menos, creo que solo unas diez mil veces. Más que nada porque la mayor parte del día me la paso durmiendo ya que no sé qué hacer cuando Jungkook no está aquí y me cansó demasiado cuando Jungkook está aquí.
Pero estos días he parpadeado más, ya que son las fechas navideñas y las películas que dan en la televisión tienen ese clásico humor barato pero muy comercial, lo cual me entretiene por algunas horas.
Como verán no tengo mucho que hacer, no tengo celular y tampoco salgo afuera. No me molesta el no poder hacer cosas normales como enviar un mensaje de texto a un amigo o ir a comprar algún snack para ver alguna película en la noche, a veces extraño un poco a mi familia pero nada más que eso porque mientras tenga a Jungkook todo está bien.
Jungkook es mi pareja hace seis años, ambos nos conocimos en alguna especie de hospital psiquiátrico. No me malinterpreten, ambos trabajabamos ahí pero eso ya es cosa del pasado puesto que decidimos renunciar a los cinco meses de relación a aquel estresante lugar. Ahora ambos vivimos juntos en una casa al sur de Seúl, es un lindo hogar, no el más caro pero muy acogedor. En nuestra casa cuando hace calor es realmente insoportable así que Jungkook me compró seis ventiladores y cuando hace frío también es insoportable por lo tanto Jungkook me compró nueve estufas eléctricas y más de veinte mantas, estarán pensando en la exagerada cantidad de cosas que me compra, puesto que con solo un artículo basta pero yo soy muy desordenado y tengo la mala suerte de que ensucio todo muy rápido, si no fuera por Jungkook la casa sería un desastre.
Ahora mismo Jungkook debe estar llegando a nuestro hogar en cinco segundos.
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— Taehyung he llegado — grita alegremente cruzando la puerta del mundo exterior hacía nuestra pequeña utopia.
Ahí lo veo cerrando la puerta a su espalda mientras deja bolsas que llevaba en el suelo.
— Hola amor — me acerco lo máximo que puedo a la entrada sonriéndole, lo cual me corresponde con otra sonrisa.
— ¿Te portaste bien? — me pregunta mientras se saca su saco del trabajo y se quita sus zapatos.
— Claro que lo hecho — le respondo y el me acaricia la cabeza.
— Que bueno porque te he traído sushi para que cenemos y muchos regalos — mencionó mientras se acercaba a nuestra cocina concepto abierto.
— ¿Estamos en alguna ocasión especial? — le pregunto.
— Hoy es nuestra sexta navidad cariño — me responde mientras saca mi vino favorito de una bolsa.
— ¿Hoy es navidad? — digo sorprendido — No te tengo ningún regalo — mencionó un poco apenado ya que nunca le he podido dar un regalo decente a Jungkook en navidades pasadas.
— Es normal que no me tengas nada — dice tranquilamente — No sales de casa y no usas internet, es como si estuvieras secuestrado — ríe y yo rio también.
— ¡Oh! Pero yo sé algo que a ti te encanta que haga — dije y Jungkook me miró sonriente — Pero sabes que necesito materiales para eso — menciono.
— Es navidad, claro que traigo esos materiales — dice — Aún los tengo en el auto, así que después de cenar los iré a buscar. ¿Está bien? — pregunta y yo asiento con la cabeza.
— Me quiero poner bonito — le digo, estoy con un pijama y ni me he bañado.
— Ya estás bonito bebé — dice Jungkook haciéndome sonreír instantáneamente — Ya está lista la mesa para que cenemos, déjame ir a buscar las llaves. — habla antes de dejar nuestro living comedor y cocina e ir al segundo piso.
Antes de Jungkook yo tuve dos parejas, la primera una linda chica a los quince y la segunda un atractivo chico a los dieciocho. Ambos lamentablemente fallecieron en fechas navideñas y de ahí siento que tengo una terrible maldición en dónde mis parejas mueren a los cinco meses de relación, por lo tanto siempre tuve un trauma y no volví a emparejarme con nadie hasta los veintidós que fue cuando conocí a Jungkook, quien gracias a mi aún no ha muerto.
— Volví cariño — escucho la voz de Jungkook bajando las escaleras.
— Te estaba esperando — sonrio viendo al hombre que amo respirar el mismo aire que yo.
— Traje la llave así que ahora acerca tu brazo por favor — me dice y yo le hago caso.
Jungkook introduce la llave y suelta las cadenas alrededor de mi brazo, ya que es una ocasión especial no necesito estar encadenado como normalmente lo estoy.
— El brazo está con marcas, ¿te duele? — me pregunta y yo dirijo la vista a mi brazo con unas líneas moradas alrededor, no me duele.
— No me duele amor, vamos a cenar luego — le digo y ambos nos dirigimos a la mesa.
Ambos tuvimos una amena cena navideña, disfrutamos de una agradable charla y tiernos besos.
Jungkook es la razón de que pudiera superar todas mis inseguridades respecto a una relación, sé que nadie en el mundo me ama tanto como él y yo no amo a nadie en el mundo tanto como a él lo amo.
Entre tibias caricias y besos compartidos en el sofá del living sonaban las campanas indicando las doce, ya era navidad y hora de abrir los regalos.
Jungkook me regaló un hermoso collar de oro y plata en dónde marcaban nuestras iniciales, mi corazón se siente tan cálido a su lado.
Ya era hora de que Jungkook me tragera los materiales para hacerle vivir más y sobre todo conmigo. Salió afuera con la nieve por un momento y llegó rápidamente con una gran bolsa arrastrándola, más un maletín en dónde estaban todas las herramientas.
Cómo mencioné antes tengo una horrible maldición, pero ahora sé que como controlarla y no hacer que Jungkook muera.
— Son un dos por uno ya que son pareja, como nosotros amor — dice Jungkook mientras saca agresivamente a dos personas inconscientes de la bolsa y me acerca el maletín lleno de armas de tortura.
La única forma de que Jungkook no muera es que yo mate a otras personas en navidad... y claramente yo estoy dispuesto a eso y Jungkook realmente disfruta ver el como torturó y le arrebato la vida a alguien en nuestras rojas navidades.
— Solo necesito matar a una persona en navidad, no dos — le digo mientras amarro brazos y piernas de la pareja y pongo una tela y cinta en sus bocas.
— Cuenta que matar y torturar al hombre de la pareja es tu regalo de navidad para mi — responde Jungkook con aquella mirada de la cual me enamoré.
La misma mirada que tenía cuando su mejor amigo se suicidió frente a él en el hospital psiquiátrico.
No quiero entrar en espantosos detalles de como torturé y maté a ambos con un villancico navideño y las risas de Jungkook de fondo porque es parte de nuestra vida muy íntima.
Pero al fin y al cabo hice lo de todas las navidades, asegurarme de que mi hermoso novio este vivo y feliz.
Al final de cada asesinato navideño nuestra sala se tiñe de rojo y Jungkook se acerca a darme un cálido beso que yo disfruto tanto como él.
Ambos somos felices en cada Navidad. Y mientras más pasan los años más espero que...
Está no sea nuestra última roja navidad.
tw; no normalizar ni romántizar acciones realizadas en este fanfic, ambos personajes son personas con problemas mentales que están en una relación tóxica y codependiente.
aquí el primer one shot navideño de tres, espero que les haya gustado un poquito.
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roja navidad [one shot] kookv
FanfictionTaehyung y Jungkook pasan su sexta navidad en casa juntos. Una noche llena de alegría y sorpresas para la muy peculiar pareja. [tw: no leer si son sensibles a la violencia física y emocional]