-¡Esto es exasperante, Kristen!- exclame cansada hacia mi mejor amiga
-Accediste a ayudarme, ahora no te quejes- me acuso con su dedo índice manchado de chocolate liquido
Kristen cumplia mañana un año con su novio Jake, quien era también mi mejor amigo. Estabamos haciendo un pastel de chocolate por que ella quería darle un detalle.
Es por este tipo de cursilerías por las que yo no quiero amarrarme a una relación, no volvería a cometer el mismo error dos veces.
Suspire mientras me sentaba en un taburete de la barra en donde estábamos cocinando, la mesa estaba llena de chispas de colores y varios polvos de sabor decorativos.
-Pasame la pimienta- pidio estirando un brazo
Abri extremadamente los ojos
-¿Acaso quieres hacer un conjuro magico? No se le pone pimienta a los pasteles dulces, Kristen.- se me escapo una risa por su ocurrencia
-Oh, ¿enserio?- su ceño se frunció
Sin dudas era una mala cocinera. Me imagino una escena donde ella esté casada con Jake y tenga que cocinar todos los días, vaya lío el que se llevarían ambos.
-Solo compra un pastel y ya, eso es menos dificil- sugerí tomando un poco de chocolate de uno de los recipientes donde ponía las cosas líquidas.
-Tu no lo entiendes. Debe ser algo hecho por uno mismo, ¡asi el detalle vale mas!- chillo emocionada
Di un gemido en queja
-¡Entonces solo busca algún tutorial que te sirva! Si sigues así lo único que conseguirás es que pasado mañana el no despierte- solte una carcajada estruendosa.
(...)
Una hora después, habíamos conseguido terminar un pastel decente y con un aspecto muy bueno. Kristen lo metió al horno y así tenía que estar hasta que la alarma que puse nos avisará que estaba listo.
-¿Y bien?- Kristen hablo
-¿Y bien que?- fruncí el ceño
-¿Como fue tu primera vez?- pregunto interesada
Si...pese a que somos mejores amigas, eso nunca se lo había contado a nadie, ni siquiera a Jake.
-Oh, uhm...pues, bueno, fue...- una risa nerviosa se escapo de mis labios. Esto era algo muy incomodo.
-¡Solo dime!- dio un gritito eufórico haciéndome saltar del susto
-Fue...a los dieciséis, si, con...un chico que era ¿guapo? Si, muy guapo, era hermoso, y fuimos a su casa y, paso- di una sonrisa triunfante.
Su cara permanecía seria, y cinco segundos después, estaba retorciéndose en el piso de la risa.
-¡No puedo creerlo! ¡La rompecorazones y capitana de porristas en West High, Johanna Beckham nunca ha tenido sexo!- explotó en fuertes carcajadas
Todos habían experimentado lo que era perder su primera vez en la preparatoria West High. Claro, todos excepto yo.
Nunca me había puesto a pensar en eso, pero tenía una pregunta:
¿Tan malo era ser la ultima virgen?