Resubiendo y editando.
Historia dedicada a bloodylover1829****
Cuando Soojin dio a luz, al primer hijo del alfa líder de la manada del norte, supo desde el fondo de su corazón, que Kim Taehyung lograría muchas cosas; Era consciente de que no podría acompañarlo en su camino a la cima, su cuerpo apenas tenía fuerzas para pasar la noche, así que dejó escapar algunas lágrimas desconsolada, mientras su mano sudorosa por la fiebre, era sostenida por la de su alfa. Ella no quería morir, quería ver a su hijo crecer, quería abrazar a sus nietos y pasar mucho más tiempo con su esposo Wonho, era aun demasiado joven, y se odio por tener un cuerpo débil.
Cuando finalmente Soojin cerró los ojos pidió a la diosa que guiará a Taehyung para hacerlo muy feliz. No había nada más que una madre deseara para sus hijos. Con el paso de los años, Taehyung creció fuerte como su madre deseo, pero le faltaba mucho más que fuerza para poder dirigir una manada, entre las cosas que le faltaban se encontraba, la madurez.
Molesto e impulsivo como siempre lo fue, Kim Taehyung pateó con fuerza la silla de madera frente a él; el objeto golpeo la pared y se partió en dos al momento de caer al piso, el alfa mantenía el ceño fruncido, mientras que sus manos y labios se encontraban apretados, como si tratara de contener su rabia.
"Esto no puede estar pasando", pensó.
—No lo acepto —vociferó con una voz tan fría que le heló la sangre hasta a su propio padre, Wonho no tenía idea de qué hacer, ni que decir para mejorar el ánimo de su hijo y bien sabía que nada lo haría. Sin embargo, Taehyung no podría desobedecerlo, su palabra era ley para todos en la manada, aun más para su hijo.
—Nadie ha pedido tu opinión Taehyung —dijo con voz firme y las facciones de su rostro endurecidas, Wonho era un hombre moreno y de figura prominente, en su cabello ya se notaban algunas canas debido a la edad, pero no dejaba de verse en forma. —La decisión ha sido tomada y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.
—Pero Jimin no puede...
—Jimin ya acepto —el alfa detuvo los reclamos de su hijo para que dejara el parloteo—. Como dije antes y espero sea la última vez que lo repita, no hay nada que puedas hacer para cambiar las cosas, Jimin se casará con el futuro alfa de la manada del este, la próxima semana y fin de la discusión —Wonho se levantó de su asiento en su oficina y miró a Taehyung fríamente como una advertencia—. No hagas ninguna locura.
Conocía a su hijo, el impulso desenfrenado y la rabia eran rasgos que había heredado de su madre. Taehyung se quedó ahí, solo y con muchas palabras en la boca que para bien o para mal no había podido dejar salir frente a su padre.
No lo entendía, no lo aceptaba y mucho menos le agradaba la idea de un compromiso sin amor.
Jimin sopló sobre sus manos intentando calentarlas un poco; desde el balcón de su habitación miró hacia las montañas del este y como el sol brillaba en aquel lugar popularmente conocido como "tierra caliente" ; pues así le llamaban algunos lobos de su manada que habían ido a visitar el lugar. La idea de casarse tan pronto, sin ni siquiera haber cumplido la mayoría de edad, no le era del todo grata pero sabía que tenía que hacerlo; no había sido adoptado por la familia del alfa líder de su manada para ser feliz y poder hacer y deshacer lo que quisiera, sino para cumplir con su deber de omega y dar a luz a otro futuro líder.
Lo que descontroló su humor, fue que hasta ahora toda su vida pensó que se casaría con el hijo del líder de su manada, Kim Taehyung, Jimin sonrió para burlarse de sí mismo recordando que prácticamente había planeado su vida, en base a eso . Ahora las cosas se había complicado al punto de que tenía que hacerlo con un completo desconocido.
Él quería a Taehyung, desde niños se habían hecho la idea de casarse, y se habían acostumbrado a la presencia del otro en sus vidas, como si se tratará del aire. No sabía si lo suyo era el verdadero amor o el querer nacido de la convivencia por los años viviendo juntos, pero no podía imaginarse casado con alguien más que no fuera Kim Taehyung.
Entró de nuevo a su habitación cerrando las ventanas para evitar que se metiera el frío, cuando miró bien su habitación, Taehyung estaba ahí, recargado sobre la puerta esperando quien sabe que cosa, de brazos cruzados y con una expresión molesta en el rostro. Jimin no pudo mirarlo a los ojos.
—No quiero que te cases.
Dijo como si eso fuera posible. La vida y las responsabilidades no eran tan fáciles como las planteaba el futuro alfa.
—No es como que yo quiera casarme con alguien que no conozco —se sentó en la cama y con su mano palmeo la cama, justo a su lado para que Taehyung tomará asiento junto a él.
El alfa negó. Si expresión a Jimin le pareció frustrada, como si Taehyung estuviera manteniendo una batalla mental.
—huye conmigo Jimin, dejemos esta manada.
Después de la irracional declaración, Jimin lo miro molesto y se cruzó de brazos.
—Eres un infantil, no podemos hacer eso, mi deber es...
—¡Basta de tu deber!, ¡piensa un poco en ti!
Jimin negó con la cabeza.
—NO —su voz estaba irritada y como si quisiera gritar, a pesar de que sabía que como un omega no podía alzarle la voz a Taehyung, un alfa, el futuro líder. Apretó las sabanas de su cama entre sus puños—. Tu padre ya no es tan joven, pronto dejara su lugar como líder. Piensa como lo que eres, un alfa y tu deber es estar aquí para ser el siguiente y cuidar de la manada; basta de tonterías de enamorados, el amor no existe, las parejas destinadas tampoco y aunque lo existieran, es obvio que tú no eres la mía.
Taehyung de nuevo se tragó las palabras, Jimin había dejado en claro su decisión de no huir con él, hacerlo cambiar de opinión era algo prácticamente imposible, aunque significara que a quien creía su Omega, tenga que casarse con alguien más.
Sólo pensarlo lo hacía rabiar, no lo aceptaría jamás. Salió de la habitación de Jimin más enojado que antes, con ganas de golpear algo o a alguien.
Necesitaba sacar la furia de su sistema.
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Ambivalente
FantasyLos sentimientos de Kim Taehyung, hacia el alfa de la manada vecina, Jung Hoseok, son demasiado ambivalentes. Su madre estaba segura que había nacido para lograr grandes cosas, pero él no podía siquiera darle un significado a lo que le provocaba Ju...