Yes, Marry Me Harry |L.S [En Edición]

Capítulo 8

" Niño Malcriado -gruño Harry bajo, terminando de bajar una caja

Un niño jaloneaba la mano de su madre exigiendo un juguete, ya notaba el comportamiento de este y no el gusto, suspiro "odio a los niños".
Mordió su labio y suspiro al fin había terminado su horario y podía irse en paz a su departamento

Pensó del como los niños son con su familia...familia...algún día tendría una familia?...una de verdad."

Harry abrió sus ojos lentamente apenas divisó un pálido rayo de luz entrando por la ventana, sus ojos estaban rojos y sus pestañas pesaban, había llorado hasta quedarse dormido.
Apenas soltó un suspiro cuando su estómago volvió a rugir, era hora de desayunar o al menos eso intentaría.

Su aspecto estaba demacrado y apenas dejaba ver sus lindas facciones con algún encanto, labios pálidos y ojos rojos ahogados de ese verde brilloso en negro aburrido y de dolor.

- genial ...- se levantó de la cama y estiró sus manos, volvió a suspirar y froto sus ojos entrando al baño, una vez listo peino un poco su cabello y se sintió tonto al recordar que lo había cortado y aun así no le importó a Louis.

Evitó recordar esos recuerdos que ahora solo dolían, camino a la ventana y salió del departamento.
Su cabello aún estaba húmedo por lo que lo alboroto un poco sin éxito

Camino por las calles durante varias horas, estaba empezando a exasperarse, ya que el sol de la tarde en New York empezaba a irritarlo, hasta que se encontró con un cartel
"Se solicita mesero" Harry no era bueno en los números, en pedidos o algo así, nunca lo fue en realidad salvo en cantar, pero no sería tan difícil intentar, meneo la cabeza pensativo y decidió entrar, al menos no fue una tarde perdida y le serviría para poder despejar sus pensamientos de un fantasma que él mismo se había creado.

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- Buenas tardes, señorita Eleanor - el chófer de tez morena abrió la puerta del auto, ayudando a bajar a Eleanor, está sonriéndole.

Louis levantó sus anteojos negros y los guardo en su bolsillo, miro al edificio sin interés, otro restaurante más sin chiste.

- buen día, señor tomlinson — saludo el hombre también, pero Louis solo asintió, al menos no lo ignoro, paso de largo y Eleanor tomo su mano acercándose a la mesa al aire libre.

-louis? – llamo la castaña, la miro asintiendo, le sonrió e intento disimular su breve ignorancia a la charla de Eleanor.

- si amor.. Perdona, es el contrato que debo firmar para rodar en Londres - Eleanor sonrió cerrando sus ojos y asintió dando un beso en la frente de Louis

- no pienses en trabajo Louis - regaño y este asintió.

Podría jurar que semanas atrás extrañaba la preocupación de Eleanor con él, calor que lo hacía e incluso lo había estado esperando.
Pero no se sentía bien, correcto.

Era diferente.

Harry sentía incómodo en pequeño mandil rojo que rodeaba su cintura, tenía que atender a los clientes recién llegados.

-B-buenas tardes en qué puedo - Harry sintió su garganta seca y sus manos temblar ligeramente - ayudarlos...

Louis levantó la vista y sin importancia al inicio abrió los ojos como platos al ver lo que tenía en frente.

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- buenas tardes, Harry - saludo sonriendo feliz Liam, sus grandes mejillas transmitían la confianza y calidez que Harry en ese instante odiaba.