Serendipity ~[JimSu]~ (OMEGAVERSE)

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JiMin despertó sintiendo un terrible dolor de cabeza, necesitaba un trago para poder quitarse la resaca, con pesadez abrió sus ojos ubicando su entorno, estaba en su habitación, ¿En qué momento había llegado a su habitación?

Con los cabellos alborotados y con cero ganas de darse una ducha, se levanto sintiéndose atraído por el delicioso aroma a panqueques.

—Jin, tengo hambre —Dejo caer su cabeza y cerro sus ojos con fuerza sintiéndose irritado por el rechinido de la silla.

—Hyung me duele la cabeza, y tengo náuseas — Kook hizo un puchero en dirección a Jin, haciendo que este último rodará los ojos en dirección a ambos.

—Se ven espantosos los dos, JiMin por la luna te hubieras dado un baño, de verdad apestas.

—Bueno —JiMin giro su cabeza en dirección a Jin sin siquiera levantarla de la mesa— Tú no hueles precisamente a rosas.

—Pues no, siempre huele a fresitas —JiMin bufo al escuchar a Tae, y volvió a girar su cabeza buscando una posición adecuada para dormir.

—No duermas aquí JiMin — Jin acomodo la mesa y dejo los platos de cada uno sobre ella, totalmente fastidiado levanto la cabeza y miro el desayuno sin emoción alguna. Tae miro los platos y frunció levemente el ceño.

—Jin hyung, solo hay cuatro platos, ¿Acaso YoonGi hyung no desayunara? — Como si le hubieran suministrado cafeína a su sistema, JiMin miro a Tae con emoción, y entonces Jin supo que el pobre de YoonGi no dormiría más.

—¿YoonGi volvió? A verlo dicho antes, todos debemos desayunar juntos —Rapidamente se levantó de la mesa y subió las escaleras en dirrección a la habitación de YoonGi.

—JiMin déjalo dormir, está agotado... —Pero las palabras de Jin quedaron al aire, pues JiMin ya había llegado a la habitación de YoonGi.

Lo admiro tan tranquilo durmiendo plenamente, sus bonitos cabellos negros caían en su frente cubriéndola, su pálida piel hacia un contraste perfecto entre sus mantas negras, su pequeña naricita fruncida y sus bonitos labios rosaditos le daban ese toque angelical, realmente YoonGi era hermoso.

A pasos lentos se acercó a la cama y se arrodilló en el piso quedando de frente al bonito Omega que dormía pacíficamente, aspiro profundamente llenando su sistema a esa embrigante fragancia de arándano y moras, con un dedo delineó sus cejas, sus mejillas y sus labios.

—Eres tan hermoso —Le susurró de cerca deleitándose ante la suavidad de su piel — ¿Por qué no te das cuenta? — Una molestia se instaló en su pecho, su lobo araño su interior sintiéndose frustrado, gritándole como tantas veces que era su Omega ¿Por qué de verdad él no se daba cuenta? Se levantó y fue en busca su bocina y su celular, con cuidado coloco la bocina en su mesita de noche, le puso todo el volumen posible al igual que a su celular y me dió play a la canción.

Apenas se escuchó el sonido de la música, YoonGi despertó de golpe sintiéndose aterrado del susto que acababa de pasar.

Miro a JiMin, la forma tan burlona y escandalosa en la que reía, mientras que Kook, Tae y Jin subieron rápidamente apenas escucharon el ruido.

—Debieron ver su reacción —Reí con fuerza JiMin— Vaya que tonto eres azuquitar.

Pero tan pronto sintió la tensión en el aire detuvo por completo su risa, YoonGi lo miraba sin expresión alguna, por primera vez no estaba rojo, no estaba apunto de gritar o de perder los estribos, estaba demasiado tranquilo, y eso a la vista de todos era aterrador.

—Pueden salir por favor —YoonGi hablo con una tranquilidad que solo logro erizarles la piel —Me cambiaré y bajaré, por favor, retirense.

Jin rápidamente tomo de las camisetas a los chicos sacándolos rápidamente de ahí.

—¿Qué mierda ocurre con YoonGi? Acaso está en celo, no sabe valorar una buena broma —JiMin se cruzó de brazos, bufando mientras miraba frente suyo la puerta ya cerrada

—JiMin todas las personas tienen un límite, y parece que tú ya cruzaste el de YoonGi hyung.

Tae era tranquilo en algunos aspectos y en otros muy alocado, más no solía ser tan profundo, cosa que hizo reaccionar a JiMin. ¿Era verdad? ¿Había llegado al límite de YoonGi?

Lo echaste a perder con mi Omega.

Calla, no es verdad y no es tu

Es mi Omega, y me odiara por tu culpa, humano imbécil.

—¡Joder cállate!

—Como que me calle Park JiMin —Jin lo tomo de las orejas y lo bajo al comedor, estaba tan sumergido con su lobo que no presto nada de atención a lo que le había dicho, e internamente lo agradecía, no deseaba más sermones.

...

YoonGi no bajo a comer, tampoco abrió la puerta cuando Jin, Tae o incluso Kook le habían subido algo para comer.

Los tres chicos se encontraban en la sala, jugando piedra, papel o tijera para saber quién sería el próximo en ir hablar con YoonGi.

—¿Qué diablos hacen? —JiMin los miro como si fueran idiotas a lo cual los tres fruncieron el ceño en su dirección.

—Veremos quien sube hablar con hyung —Kook se cruzó de brazos mirandolo— deberías ir tu JiMin, por tu culpa se molesto.

—Si —Lo apoyo Tae— además ¿Por qué estás vestido de esa manera? Piensas salir de nuevo.

—Obviamente, si YoonGi está encerrado y no puedo molestarlo, para mí es aburrido estar aquí.

—JiMin, cariño, no has pensado, no sé... ¡QUE TAL VEZ ESTA VEZ SI TE PASASTE DE PENDEJO?

—Jin calla, no grites —Rodo los ojos y se cruzó de brazos—No es para tanto, además ¿Qué va hacer? ¿Largarse?

Se escucharon los fuertes pasos en la escalera, YoonGi había bajado, con una mochila en el brazo y una maleta en la mano.

—Bueno, me voy, nos vemos después —YoonGi les dió un asentimiento con la cabeza y se dirigió a la puerta con sus cosas donde un taxi ya lo esperaba.

—Min YoonGi ¿a dónde crees que vas? —Rapidamente Jin tomo su mano y se negó a soltarlo.

—A Estados Unidos, voy por y mixtape —Intento soltar su mano pero fue abrazado por Tae.

—Gatito no te vayas, no haremos ruidos, estaremos calladitos, JiMin te pedirá perdón, ¿verdad JiMin? —Todos miraron a JiMin que se encontraba con la cabeza baja mirando el suelo —¡VERDAD JIMIN!

—Para, no es por eso, es trabajo, vuelvo después, no es como que me vaya para siempre, después los veo, está bien.

Con mucha dificultad se separó de todos y se despidió, excepto de aquel chico rubio que a distancia solo se dedicaba a mirar a sus zapatos.

—Bien... —Jin cerró la puerta y los miro— Es oficial, hemos cruzado el límite de YoonGi, espero que estés orgulloso JiMin.

JiMin no dijo nada, levanto la cara teniendo la vista perdida y se fue a su habitación sin emitir sonido alguno más que el de la puerta cerrandose.