Comeback home

Oneshot pt1

Acababa de llegar de mis merecidas vacaciones en solitario que había tenido al acabar nuestra gira mundial.
El edificio de BigHit fue la primera parada que hice antes de irme a casa, tenía que ir a ver a alguien que echaba de menos, y bien sabia yo, donde iba a estar él.

Caminé por los pasillos de aquel edificio a oscuras, solo las luces de emergencia iluminaban desde el techo, cuando entonces su voz llegó a mis oídos. Al parecer se había dejado la puerta abierta del estudio y podía escuchar sus quejidos al no conseguir las palabras exactas para un nuevo rap. Me apoyé en el marco de la puerta y lo observé sin que él me notara por allí. Con cuidado, entré y me senté en el sillón que había a un lado. Yoongi estaba tan concentrado en lo suyo que no se percató de mi presencia.

—¡No, Yoongi, locura no rima con esto!—dijo tachando y volviendo a rapear su parte en voz alta para ver que palabras podían encajar.
Una risita se me escapó cuando intentó hacer uno de mis agudos al acabar su rap.
—¡Joder! que susto Jimin—dijo mirándome perplejo —. ¿Desde cuándo estás ahi?
—Hace unos minutos, no quería molestar.
—Joder que susto —volvió a decir susurrando hasta que su rostro se relajó— Ya sabes que no molestas. Anda ven aquí, ayúdame, canta tu parte a ver si así me inspiro, o yo que sé —rascó su cabeza y se quitó el gorro que llevaba puesto.

Estaba molesto se le notaba, a veces su trabajo lo torturaba demasiado.
Me acerqué a él a la espera de otra cosa, pero no quise insistir. Me puse a su nivel agachado y canté mi parte de la canción como me había pedido.
Yoongi me acarició la nuca cuando me vio cantar, y mis ojos se cerraron absorbiendo cada segundo de su calor.
—Te he echado de menos —susurró clavándome la mirada e hizo que se rompiera mi voz.  

Nunca me había dicho algo así, siempre había sido muy reacio a decir lo que sentía,
supongo que por miedo a que todos descubrieran lo nuestro.

—Yoongi...—no sabía muy bien que decir, me había pillado con la guardia floja.
—No están los chicos por aquí ¿Quieres sentarte?— preguntó moviendo su silla para que me sentara en sus piernas.
Yo con ilusión por su petición, me senté donde su mano golpeó.
—¿Quieres escuchar la nueva melodía?
Asentí aun asimilando lo que me había dicho y escuché la canción. Era triste y ruda.
—Es oscura como tú, pero es tu encanto — volteé mi cabeza para mirarlo.
Nuestros ojos se encontraron y se comieron sin que nosotros hiciéramos nada.
—Yo también te he echado de menos...—llevé mi frente sobre la suya, quería su contacto, su calor.
Suga cogió de mi rostro para dejarme un pequeño beso en los labios, dándome a entender que tenía permiso para seguir con aquello.
—Yoongi...—hablé en sus labios antes de volverlo a besar—Te he echado mucho de menos... Las vacaciones han sido un... Un suplicio —me separé. Quería mirarle a los ojos antes de comerme esos labios, mientras me ponía a horcajadas sobre él.
—Jimin... —bufó —Solo unos besos... tengo que trabajar —movió la pierna molesto porque quería follarme allí mismo.
Lo besé y nuestras gargantas gruñeron por la ausencia, nuestras lenguas se rozaron con pasión teniendo un baile perfecto que solo con Yoongi podía tener. Nadie me había besado con tanta rabia y pasión en un mismo beso.

Me gustaba como me hacía sentir aquello.
Pero Yoongi sabia bien, que yo tenía otros planes en mente.

Las lamidas y los labios fueron a nuestros cuellos primero él después yo.
—Joder Jimin...necesitaba esto hacia semanas— balbuceaba mientras lamia su blanco cuello.
—Tenia — me separé para mirarlo —tantas ganas de esto— volví a sus labios y me quité la camiseta con prisas.

Yoongi clavó sus dedos en mi espalda.
Notaba su erección en mi trasero, intuitivamente como un animal me froté para escuchar a ese hombre gemir.

—Aahh, joder voy a explotar...