☁︎ M ᴇ ᴇ ᴛ ɪ ɴ ɢ [ One-Shot ]

☁︎ Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜ́ɴɪᴄᴏ ☁︎

Se acercaba el invierno, y en una tarde agitada para el equipo que después de años sin tanto éxito, se había desintegrado. Para "agitado" hay una explicación, Hinata, que nunca perdía su irradiante alegría, los había convocado para hacer honor a todos los bellos recuerdos que compartían como equipo, como familia.

Más de uno se sentía incómodo, en especial, Suga y Dai que no solo rompieron su lazo con el equipo aquel día, sino también, su lazo como pareja.Lo que ellos aún no entendían era que ese tipo de lazo tan especial, no podía deshacerse con una simple frase como "tenemos que terminar", puesto que para el tipo de amor que sentían el uno para el otro, no existían barreras que pudieran quebrantar la conexión de hermosos sentimientos que los unían

Ese día, en dicha reunión, sus miradas apaciguadas por la vergüenza y también la sorpresa de verse después de tanto tiempo, les permitieron experimentar a través de los ojos todas esas descargas de electricidad que solo un sentimiento como la curiosidad, el deseo y la atracción combinadas, podían causar . . . En un resumen, sus ojos transmitían lo mucho que se extrañaban y deseaban de la manera más sublime y etérea posible

Esa misma tarde, Suga se decidió, no dejaría que esos sentimientos se volvieran a apaciguar. Después de preparar un discurso cursi y bastante vergonzoso, se encamino hacia donde se encontraba Dai revisando su teléfono

—M-me p-preguntaba, ¿si... si podía hablar un segundo contigo?–hablo casi en un susurro, con los nervios a flor de piel

Dai, con una amable pero nerviosa sonrisa respondió: —S-si, puede ser en algún lugar privado?

Suga asintió y de inmediato invito a Daichi a una cafetería cercana, no sin antes despedirse de los demás

Por otro lado, Dai, quería pedir perdón por haber sido déspota y no comprender las necesidades y los problemas de su ex pareja en aquel entonces y si se daba la oportunidad, le pediría una cita para intentar compensar su desgarrador y para nada bonita despedida
En vez de llegar al café, Dai se detuvo junto a Suga en una hermosa plaza que sin duda otorgaba un ambiente pacífico y monótono a la ocasión

Sin previo aviso, Suga tomo a la persona que tanto extrañaba y aún quería por la cintura, Dai no pudo objeción alguna, solo se acercó más y posó sus manos friolentas en los hombres de su acompañante.
Se miraron, y ahí abrazados en una noche que acaba de comenzar, Suga beso a Dai lentamente, pero apasionada, gritando que lo mucho que lo necesitaba. Duraron así por casi 20 minutos, hasta que el frío los carcomió y se dirigieron hacia el café acordado antes.

Hablaron de todo y de nada, de sus vidas sin el otro, de sus sueños cumplidos, de sus nuevas metas. También empezaron a entenderse y acordaron comenzar de cero, una cita una vez a la semana y almorzar juntos cuando su horario se los permitiera. Crecieron de todas las maneras, cada día aprendían algo nuevo como pareja, se entendían, se respetaban y sobretodo se amaban, no había nada que los separara

Los problemas cotidianos ya no eran excusa, cualquier cosa la superaban juntos. . .

Fin