Erkencikus: Escenas Canem

CAPITULO IN LOVE: Provocación

Nota: ¡Hola a todos! ¡¡Espero que estéis bien y vuestras familias también!!

Veréis quería ofreceros un regalo especial ya que se acercan fechas muy señaladas donde nos nace intercambiar obsequios y crear bonitos recuerdos.

Esta es una de las primeras escenas que escribí al introducirme en el mundo #Erkencikus #Canem y lo cierto, es que sin pretenderlo ni saberlo, me ha dado muy buenos momentos.

He ido aprendiendo con ellos poco a poco, enamorándome de ellos, mejorando a cada pasito y me siento súper orgullosa de cómo he cambiado en todo este tiempo.

Aquí os dejo un trocito muy íntimo de mí misma.

Espero que lo disfrutéis tanto como yo. ¡Un besazo enorme!

PS: ¡Por fi contadme qué os ha parecido! ¡Me muero de ganas por leeros! ¡Os quiero!

La mañana transcurrió como cualquier otra: reuniones de brainstorming, eslóganes, búsqueda de ideas para las imágenes, miradas encriptadas, caricias por debajo de la mesa, mucho tiempo juntos y casi nunca a solas. Así iba ser imposible organizar nada por lo que Can decidió usar uno de los privilegios de ser jefe: hacer lo que quiera, cuando quiera.

Salió de su despacho recogiendo su chaqueta, buscó a Sanem entre las mesas que conformaban la sala principal pero al no encontrarla buscó a su fuente de información más fiable: CeyCey. Quien a menos que tuviera que hacer algún recado concreto, siempre estaba pululando por la oficina mandando mucho y haciendo poco.

-- CeyCey.

-- Dígame señor Can.

-- ¿Sabes dónde está Sanem?

Y ahí estaba, su peor pesadilla: que le hagan una pregunta y no poder decir la verdad.

-- ¿No está en su mesa?

Se le veía nervioso, a punto incluso del tartamudeo, pero como Can le consideraba un poco raro, tampoco le pareció nada fuera de lo normal en él.

-- No, por eso te lo pregunto.

-- Pues... no... lo... sé... tal vez haya ido a su casa... o a hacer algún recado importante.

-- Tranquilo. Ya la intento localizar yo.

Can emprendió el camino hacia la salida con el móvil en mano marcando el número de su chica.

-- Hola preciosa, ¿dónde estás?

-- Ahm... estoy en casa...

-- ¿Y eso? ¿Es qué ha ocurrido algo?

La notaba nerviosa igual que a CeyCey. Algo se traía entre manos.

-- No no, es que simplemente echaba de menos comer con mis padres.

-- Ya veo. Pues nada, tendremos que dejarlo para otra ocasión.

-- ¿Ibas a invitarme a almorzar? - Las fuerzas empezaban a flaquear.

Can escuchó una voz familiar de fondo.

-- ¿Estás con Ayhan?

-- Sí... ¡calla Ayhan un momento! Es que también ha venido a comer a casa.

-- Eso está bien. Así no te aburrirás.

Voz de fondo: "Tía díselo ya"

-- Sí... con ella nunca me aburro. - Le dio un manotazo a su amiga para que dejara de atosigarla. - Y... a dónde ibas a llevarme.