alguien como tú ¡! malec [TERMINADA]

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[ 💛 Alexander ]

Amodeus no pudo despedirse de nadie, sus últimas palabras fueron un simple: –Me está doliendo la garganta.

Y no hubo más, no hasta que un doctor apareció dando la noticia.

–El cáncer avanzo rápido. Los medicamentos no estaban funcionando como se esperaba. No se pudo hacer nada. Fue demasiado tarde. Lo sentimos.

Así es como llegamos hasta acá. Un velorio que nadie esperaba, no demasiado pronto.

Todos estan devastados, incluyéndome.

Probablemente estoy acostumbrado a los funerales, no fue mentira cuando le mencioné a Magnus que es para lo único que se reúnen los Lightwood, sin embargo; hay algo diferente en éste, el ambiente se siente pesado, todo se ve tan melancólico. Una gran persona había dejado este mundo de manera repentina, que incluso el Sol decidió no presentarse.

Hacia frio y llovía a cántaros.

Asmodeus Bane, nunca se portó de mala manera, siempre nos apoyo, y me hizo saber que de alguna u otra manera contaba con su bendición.  Aún recuerdo aquella conversación que tuvimos el día que le pedí matrimonio a Magnus.

Aquél día que me amenazó con una escopeta.

⟨ –Vamos, toma asiento –hablo el señor Bane, señalando la silla enfrente de él. En un solo movimiento lo hice.

–Su cocina es bonita –halagé, queriendo romper la tensión que se había formado.

–Así que Lightwood.. acabas de comprometer a mi adorado y único progenitor –comenzó con voz gruesa, haciéndome sentir diminuto –. ¿Te digo algo? Nunca pensé que esté momento llegaría, siempre creí que sería Magnus quién pediría la mano de alguien y llegaría con las novedades, justo como de seguro, tú lo harás con tus padres. Mas no me sorprende, desde que comenzó a crecer, supe que había algo único y especial en él –saco una cajetilla de cigarrillos, y comenzó a fumar.

» En comparación a los de mi edad, comprendo que hay muchas maneras de amar, no solo la que desde nacimiento nos imponen. Hace mucho que Magnus.. ¿salió del closet? Al principio fue incómodo, pensé que todo sería distinto, pero entendí rápidamente que nada había cambiado, seguía siendo mi hijo, aquel que le dió luz a mi vida y una preferencia no iba afectar nuestra relación. De hecho, se me hizo increíble las cosas nuevas que uno puede aprender a pasar el tiempo. Magnus me ha enseñado muchísimo, más de lo que yo he podido hacer, él merece todo lo que hay en mí, por eso, y aunque no estoy contento por la situación, acepto completamente su matrimonio.

–Muchas gracias, señor Bane.

–Llámame Asmodeus, sé que aún no nos conocemos lo suficiente, y me enoja que jamás nos hayas dado la oportunidad de hacerlo, cuando aún eras novio o amigo de Magnus, pero conozco a tu familia, sé cómo son y honestamente, no estoy para nada confiado. Quizá no lo sabes, pero yo era amigo de tu padre cuando éramos jóvenes, más la avaricia lo cegó, solo le importaba el dinero, y como puedes notar, nosotros no somos personas con mucho, así que se olvido de nuestra amistad, no me malinterpretes, tu padre es una persona genial, pero siempre hay algo que te hace desconfiar. Espero que tú no seas así.

Negué lentamente, sintiéndome mal. Si supera que me estoy casando justamente por dinero.

» Prométeme dos cosas, Alec –prosiguió –. Promete que cuidaras a Magnus de todo, de cualquier cosa, dolor, situación o persona. Prometelo. Promete que lo amarás con cada célula de lo que hay dentro de tí, y si algo llega a suceder y ese amor acaba, promete que harás hasta lo imposible para que no sea doloroso.