Regalo de Año Nuevo || TodoDeku

Regalo de Año Nuevo

Midoriya estaba enojado; un berrinche andante, era más puchero que persona.

Faltaba menos de una hora para que el nuevo año comenzara y él ya estaba convencido de que sería una desgracia.

Enfurruñado volvió a darle vueltas en su cabeza a la causa de su disgusto;

¿Cómo era posible que su novio hubiese olvidado su regalo de aniversario?

Justo porque su relación había dado inicio un Año Nuevo cinco años atrás, era una fecha imposible de olvidar por el día festivo con el que coincidía ¡no tenía excusa ni perdón!

Bueno, no era como que Shoto abiertamente le hubiese dicho que no había preparado nada, pero el pecoso ya había husmeado en todos los lugares qué él sabía que el medio albino utilizaba para esconder sus presentes ¡y nada!

Lo peor era ver al heterocromático tan tranquilo, por lo que la idea de que fuese a conseguirle algo de último minuto quedaba descartada.

Izuku jamás abrió anticipadamente ninguno de los regalos de Shoto, no los buscaba para eso, sólo le emocionaba verlos escondidos y aún con su envoltura esperando a ser entregados específicamente para él.

Esa tradición de buscar los regalos empezó porque en su primer año viviendo juntos, Shoto era pésimo escondiéndolos y el peliverde siempre terminaba encontrándose con ellos sin quererlo; ya fuese San Valentín, Navidad, su aniversario o Año Nuevo, durante ese primer año, Izuku siempre terminaba por descubrir involuntariamente los escondites mediocres de su novio.

Era cierto que con el tiempo su forma y los lugares se habían vuelto bastante decentes...

¡Pero maldición! ¿Qué acaso ese día había aprendido a esconder regalos entre las paredes o qué demonios?

¡Claro que no! Su ocasionalmente denso —y malditamente sexy novio— jamás lograría volverse tan hábil como para esconder tan bien un regalo.

¡Oh, el horror! ¡El romance había muerto!

¿Dónde había quedado su precioso, cursi y detallista novio? ¿acaso después de cinco años juntos ya estaba fastidiado?

—¡Seguro va a dejarme! ¡Es mi culpa por haber tragado como cerdo en Navidad y haber subido medio kilo! ¡Va a dejarme por alguien más joven y atlético! —El peliverde comenzó a lloriquear y crear su tormenta de drama para sí mismo.

—¿Qué haces, cariño? —Shoto apareció detrás de él con intenciones de abrazarlo, pero el pecoso escapó y con su mejor pose de indiferencia comenzó a alejarse.

—Oh, nada —Izuku se hizo el digo y lo evitó abiertamente.

—Ey, ¿qué pasa? anda, ven, dame un beso. —El medio albino alcanzó al mayor y lo envolvió entre sus brazos firmemente para que no escapara.

—¡Pídeselo a tu delgado sugar baby!

—¿A mi qué? —Shoto levantó una ceja divertido, no tenía idea de qué demonios estaba hablando el peliverde, pero se veía adorable inflando los cachetes y removiéndose cual niño pequeño.

—¡No te rías!

—Es que te ves muy lindo y ni siquiera entiendo lo que estás diciendo. —El más alto se acercó hasta rozar su nariz contra la de Izuku y comenzó a frotarla—. Dime qué te tiene molesto, cariño.

El pecoso no aguantó más y cual palomita de maíz reventó dejando salir lo que le estaba taladrando en la cabeza.

—¡Olvidaste nuestro aniversario! y no te atrevas a negarlo Todoroki Shoto, porque busqué hasta debajo de la alfombra y no hay ningún regalo oculto en esta casa. —Pero solo hasta después de haber hablado, Izuku cayó en cuenta de que había revelado su secreto acerca de espiar los regalos que Shoto preparaba para él, por lo que se llevó la mano a la boca en señal de arrepentimiento.