⌦ 11 ⌫

2.4K 234 65
                                    

***

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

***

- Vamos, vamos .- le repetía el pelimarrón con picardía, dándole con el codo en sus costillas -. Dinos quién fue esa chica.

- Solo es una conocida .- espetó, un poco harto de la situación -. No hace falta que penséis en malentendidos, ¿queréis?

- Pero se te veía una sonrisa embobada en tu rostro .- el más bajo no podía esconder su emoción -. ¡Además, es la primera vez que vimos que estás con una chica a solas!

- ¿Qué? .- vió como este imitaba su supuesta sonrisa -. Para, yo no hago esa cara .- reprochó, frunciendo levemente el ceño.

- Pero .- esta vez empezó a hablar el barbudo -. Esa chica es la que te encontraste en el supermercado y... Y en la biblioteca.

- ¿¡Cómo!? .- se sobresaltó el rapado -. ¡Tú ya sabías de su existencia? .- cuestionó, siendo respondido por un asentimiento de cabeza -. ¿Por qué no nos lo dijiste? .- volteó a ver al peligris -. ¡Suga-san! ¿Seguro que no es tu enamorada?

El nombrado sintió como sus mejillas se acaloraban al oir tal pregunta, cosa que no pudo evitar desviar la vista de él un segundo.

Al volver a verlo, se sobresaltó por la cercanía de sus rostros, haciendo que lo apartara con su mano en la cara para que se alejara.

- ¡No te acerques así!

- ¿Entonces eso es un sí? .- interrogó Daichi impaciente.

- ¡En ningún momento afirmé eso! .- se quejó el del lunar.

- Pero en ningún momento te negaste .- Koushi posó su mirada al de la mecha rubia, dejándolo sin excusas.

- ¡Ya está! ¡Os quedáis sin tortitas! .- los castigó sin merienda, haciendo que todos se quejaran por su responsabilidad de madre.

Desde que (T/n) se fue de la cafetería y los amigos de Sugawara entraran, el peligris empezó a ser bombardeado de preguntas de ellos sin darle ni un respiro, insistiendo a que confesara que era su pareja o por lo menos, su futura novia.

Pues es verdad que no se le veía con chicas, y normal que sea extraño a los ojos de sus compañeros de Volley, porque el también estaría así si uno de ellos estuviera en su situación.

Pero a ver.

Ya vale, ¿no?

Apoyó sus codos en la mesa y dejó que sus manos aguantaran su cabeza, mirando al suelo esperando que los otros cambiasen de tema.

En ese momento abrió ligeramente los ojos al ver que en el suelo, al lado de uno de sus pies, había un pequeño objeto.

Se inclinó para cogerlo, sintiendo el tacto de una cadena de plata en sus dedos.

Se recompuso y observó detalladamente esa joya, se preguntó de quién era, viniéndole a la cabeza a la peli(t/c). Sin embargo, dudó en esa deducción, pues en la cadena habían dos letras "I" y "H", su nombre y apellido no coincidían.

¿A quién prefiero? || Sugawara KoushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora