STAY STRONG (larry Stylinson) terminada✔

†CAPITULO 2†

He conseguido parar la sangre que me salía del labio después del golpe, y al volver a clase solo le he dicho a la profesora de historia que me había caído, a lo que ella asintió y le resto importancia, cosa que en el fondo agradecí, no quiero más problemas con esos chicos.

Las clases pasan más deprisa de lo que deseo, ya que ahora me toca la cosa más dura del día, volver a casa.

Recojo todas mis cosas y se voy del aula, y seguidamente de ese edificio, al que llamo segundo infierno, ya que el primero es eso que yo debería llamar hogar.

El aire otoñal de octubre me golpea nada más salir, y un escalofrío inunda mi cuerpo, así que saco mi gorro de lana de la mochila y me lo pongo. Empiezo a caminar y reviso mi celular, no tengo mensajes, no al menos de las dos personas que más desearía tener. Guardo el móvil en mi bolsillo, y de golpe una fuerte ventada hace que mi gorrito salga volando, cayendo en otras manos, que lo agarran para que no siga volando.

- Gracias por parar...- Dejo de hablar cuando me doy cuenta de que quien lo ha cogido en nada más y nada menos que el culpable de que me duela el labio.

- Bonito gorro Harny-. Dice mirándome divertido, él sabe bien que no me llamo así.

- Es Harry-. Digo un poco molesto, no tengo ganas de que moleste otra vez, creo que ya ha tenido suficiente, digo yo.

- Si, lo que tu digas chico, ¿sabes una cosa?, me voy a quedar este gorro-. Dice haciéndome abrir los ojos, no puede quedarse con el gorro, no, con el gorro no, otra cosa si pero eso no.

-No, por favor-. Digo algo suplicante, el solo sonríe más.

- He dicho que me lo quedaré, y eso haré, ¿entendido?-. Dice con tono dominante.

- No por favor, es importante para mí, Louis-. Digo con más suplicas y algo en la cara del ojiazul cambia cuando oye que le llamo por su nombre.

- No te he preguntado-. Dice volviendo a su rostro y voz dominante y duro. Las lágrimas me traicionan y empiezan a caer por mis mejillas, debo parecer un pringado llorón.

- Este gorro es el único recuerdo que tengo de mi hermana antes de que se escapara de casa, es muy importante para mi Louis, llevo tres años sin verla-. Le cuento aún sabiendo que no le importa mientras sorbo la nariz. Le oigo soplar.

- Toma llorón-. Dice entregándome el gorro y yo lo miro sorprendido, me lo está dando, ha tenido algo de piedad conmigo.

- Gracias...-.Digo retomando mi gorro son una pequeña sonrisa involuntaria en los labios. Louis me mira y suelta otro suspiro.

- Imbécil-. Dice antes de arrancar a caminar sin decirme nada más, tampoco es que esperara que se despidiera o algo parecido.

Cuando abro la puerta de casa lo primero que veo son los ojos furiosos de mi padre mirándome con odio, y una ola de terror se apodera de todo mi cuerpo entero.

-¿Qué coño es eso que tienes en el labio Harry?-. Pregunta con furia, y yo empiezo a temblar. Sin previo aviso este me coge con fuerza de la barbilla, dañándome por la presión que hace, mientras él me analiza el labio partido por culpa de Louis. - ¿Enserio?, ya ni siquiera te sabes defender, ahora te pegan, eres un débil, un inútil, un trozo de mierda inservible-. Dice antes de sentir como su mano estrella con fuerza sobre mi mejilla, haciéndome girar la cabeza por la brutalidad del acto, mis ojos se cristalizan y noto como me empieza a latir la mejilla, como si ahora mi corazón estuviera ahí.- Yo no te crie para que fueras así de nenaza, eres una puta decepción-. Dice ahora tirándome al suelto de un empujón, entonces yo, sabiendo como va a acabar la cosa, decido cerrar los ojos y esperar a que este infierno acabe, mientras mi padre descarga su rabia dándome patadas por todo mi cuerpo.

Hoy no como, no quiero bajar de mi habitación, no solo por que casi ni me pueda mover, solamente no quiero encontrarme de nuevo con mi padre, no quiero que me destroce más.

Sin fuerzas me levanto de la cama y voy al baño. Quiero tomarme una ducha antes de dormir, mañana el dolor será más fuerte y se bien que no podré.

Una vez desnudo no puedo evitar mirarme al espejo, una lagrima me recorre la cara al verme, estoy muy delgado, casi son notables mis costillas, tengo todo mi estomago cubierto de morados, juntos a mis brazos y piernas. En mi mejilla tengo otro, junto a mi labio partido. Me siento como una mierda, como un maldito juguete que se puede utilizar para descargar tu ira en él, me siento despreciable, insuficiente, siento que no valgo nada, y una voz de mi interior me dice que muy en el fondo me merezco que me peguen, ya que tampoco aporto nada a esta vida.

 El agua caliente recorre todo mi cuerpo, estoy agarrado de la barandilla de la duchar, y que noto mis piernas flojear. Las lagrimas tibias que salen de mis ojos se confunden con el agua que cae y por mi suerte, no se pueden diferenciar. Un grito de abajo me hace pegar un pequeño brinco, haciendo que me duela todo el cuerpo por ese rápido movimiento. Pronto puedo escuchar más gritos, y acabo deduciendo que como de costumbre mis padres están peleando, ya que cuando no estoy yo, la poca rabia que le queda a mi padre la gasta con mi madre. Aún recuerdo la primera vez que fui a defender a mi madre de sus gritos, ese día termine en el hospital, mi padre me había roto la muñeca como castigo por no hacerle caso, nunca me olvidaré de la sonrisa siniestra que tenía pegada en la cara mientras yo me retorcía del dolor con la cara inundada de lagrima. Y sus palabras fueron "los hombres no lloran". 

Salgo de la bañera que me fala el aire, recordar eso me duele, me lastima el ver que mi padre prefiere mi sufrimiento antes que mi felicidad, ¿A caso eso es querer a tu hijo? ¿Por qué es esta su manera de quererme?

Envuelvo mi cintura con la toalla y salgo del baño aún con gotas cayendo de mi pelo. Oigo mi tripa rugir por hambre, pero tengo claro que no voy a bajar para encontrarme con ese bastardo, así que tomo como nota mental ir a comprarme algo de comida y guardármela en el cajón de la habitación. 

Ya con el pijama puesto me tumbo en la cama, dejando a mi cuerpo relajarse, intento cerrar los ojos para dormir, pero aún y sintiéndome cansado como me siento, no hay manera de pegar ojo. Decido abrir la lucecita de mi mesilla de noche y agarro un libro que tengo en esta también, leer me ayuda a distraerme de toda esta mierda de vida que tengo, leyendo mis problemas disminuyen, no me siento tan desafortunado y tan roto mientras estoy sumergido en la historia escrita en estos papeles, leer para mi es una bonita manera de escabullirse del infierno llamado mundo real. 

No se ni cuando ni como me termine durmiendo, pero cuando alzo la vista veo que en mi despertador pone que son las cuatro de la madrugada. Me levanto para ir a la cocina y comer algo aún que sea, solo para al menos quitarme este dolor de tripa por hambre. 

Me cojo unas galletas y me caliento algo de leche para untarlas en ella. Ya comiendo el dolor de tripa va menguando, recordándome que tengo muchos más dolores que ese. Suspiro arrebatado, no se cuanto más podre aguantar así, no se cuanto más podré aguantar este maldito infierno de vida, no se cuanto tiempo aguantaré este odioso dolor físico y mental, no se cuanto podré aguantar más vivo, pero una cosa si que se, que al paso que voy, no será mucho el tiempo que aguante, ya que si no es mi padre quien acaba con mi vida, acabaré siendo yo quien lo haga. 

HOLA, quiero decirles que estoy sufriendo mucho escribiendo este fanfic, no se porque tengo estás ideas, no se porque las escribo, pero son dolorosas, y ojalá nadie tuviera que pasar por lo que pasa Harry, nadie se merece eso... 

Estoy escribiendo esto un día antes del 29 cumpleaños de Louis, ósea que solo con decir eso podéis saber que mi estabilidad emocional no es que este muy bien la verdad, pero bueno lo importante es que los pueda cumplir y que este sano y esperemos que feliz, que es lo que se merece

Un besazo enorme y gracias por darme una oportunidad. Besos virtuales, TPWK

~Vane