Happɣ Ʋirus

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Habían pasado meses desde la última vez que los dreamies se habían reunido en su departamento y en ese momento estaban además Sungchan y Shotaro para celebrar el reencuentro.

Todos reían y bromeaban sobre una anécdota sucedida en la práctica que tuvieron esa semana. De pronto Chenle sintió sus pestañas humedecerse y su espalda se iba encorvando sin poder evitarlo, en realidad para ocultarlo. Se levantó de su lugar sin decir nada y fue al baño, se encerró allí por varios minutos.



——




No deberías llorar, ¿por qué lo haces? Detente. Intentó parar el fino flujo que recorría sus mejillas, pero no pudo, en ese momento su consciencia fue más débil que sus sentimientos.

Su corazón golpeaba su pecho tortuosa y lentamente mientras que las pequeñas y cálidas gotas se desplazaban por su frío rostro.

Pese a sus intentos de reponerse y sonreír, de respirar para salir del lugar y reunirse con los demás, las lágrimas parecían querer persistir hasta absorberle toda su existencia.




——




Mark se acercó a la puerta y golpeó varias veces. Al no recibir una respuesta, decidió acercarse para ver si oía al menor. Y así fue, escuchó suaves hipidos y el típico sonido amargo del llanto.

Su corazón se oprimió, mas miles de escenarios dónde todo saldría mal si tiraba la puerta abajo pasaron por su mente, así que sólo pudo esperar impaciente a que el otro saliera.

Cuando lo hizo, sus miradas se conectaron inmediatamente, sin importar la pequeña diferencia de sus estaturas y por mucho que el chino quiso ocultar sus ojos levemente hinchados.

Lee tomó de la mano al más bajo y lo guió hasta uno de los cuartos –Estaré en tu habitación con Lele, no se preocupen ni vengan– Le avisó a Jeno con un mensaje una vez ambos estuvieron dentro.

–Hyung, no es necesario que... No fue nada– Intentó sonreír con naturalidad y el mayor negó lentamente.

–No quiero que esto sea un interrogatorio o que te sientas presionado, sólo espero que puedas confiar en mí, sabes que estoy dispuesto a escucharte y apoyarte–

Zhong se había sumergido en sus pensamientos por unos instantes antes que sus ojos se volvieran a inundar.

–No sé qué me pasó, las ganas de llorar simplemente me abordaron y no pude evitarlo–

Dudó si acercarse al menor, pero terminó por decidirse a romper ambos espacios personales con un delicado abrazo –¿Fue por lo que dijo Jaemin sobre la maknae line?–

–Verlos a todos allí tan llenos de vida me hizo pensar que no soy necesario. Sé que me dirá que no es así y yo también lo sé, sin embargo, hay quienes sí lo creen–

–Quienes dicen eso no son verdaderos NCTzen. Pero te puedo comprender, un sólo comentario te puede derrumbar– Le brindó una sonrisa cálida –Por eso quiero que consideres el mío–

–Y, ¿cuál sería ese?– Preguntó mientras sorbía su nariz.

–Eres muy importante para nosotros, eres como un virus de felicidad para todo el que está cerca de ti. Realmente le agradezco a tu padre por animarte a formar parte de SM porque así te pude conocer– Hizo una pequeña pausa, replanteándose si debía continuar –Y enamorarme de ti–

Los ojos del chino se abrieron y sus cejas se enarcaron casi al mismo tiempo. De seguro su traductor mental había fallado, su Hyung no se le pudo haber declarado. El nerviosismo comenzó a invadirlo y sólo pudo reír para quitar las locas ideas de su cabeza.

–¿Qué te causa tanta gracia?– Le preguntó el mayor más descolocado que enojado.

–Mi cabeza entendió que gusta de mí, creo que debo repasar mis apuntes de coreano–

–Entendiste bien, eso fue lo que dije– El otro dejó de reír automáticamente.

–¿Qué? Pero no es posible ¿En qué momento?– Cuestionó lerdo.

–No lo sé, simplemente pasó– El chino no supo qué decir y dejó que el silencio los abordara. La noticia le había golpeado bastante fuerte, jamás se habría imaginado aquello –Mira, no quiero que te sientas obligado a responder, tan sólo prometeme que tendrás más confianza en ti mismo y que no te dejarás vencer por lo de diga la gente–

–Las opiniones que más me han importado son las de ustedes y ahora no sé qué pensar o hacer, pero debo agradecerle por sus sentimientos, me darán fuerzas para continuar ante la tormenta de mi cabeza–

–Claro, no todos los días tu bias se te declara– El más bajo sonrió avergonzado y al mismo tiempo una leve tristeza le invadió.

No podía corresponder al canadiense aunque quisiera porque Mark estaba cumpliendo su sueño y él no sentía el derecho de quitárselo o de arriesgar al mayor a que pase por lo mismo que él, a que los comentarios llenos de odio no le dejasen ni respirar con tranquilidad.

Y si en algún momento la tierra bajo a sus pies se llegase a mover debido al Lee, tendría que enterrar cualquier sentimiento allí mismo, porque amaba ver al mayor sonreír y jamás se permitiría ser el responsable de hacerla desaparecer.




Sometimes you have to do sacrifices for who you love ignoring your own feelings, but that's fine

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Sometimes you have to do sacrifices for who you love ignoring your own feelings, but that's fine... right? //  A veces tienes que hacer sacrificios por quien amas ignorando tus propios sentimientos, pero está bien ... ¿verdad?

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