Dancing Crow -HIATUS-

Capítulo 5

Mike envió a un par de personas más para ayudar a reunir a todos los que Itachi había dejado a salvo dentro de los árboles. Luego ordenó a los demás que procedieran a ponerse en formación, decididos a volver al camino. No podían tomar la oportunidad de quedarse, sabiendo que podrían ser emboscados una vez más en cualquier momento. Eld Jin y Gunther se susurraban el uno al otro, mirando con cansancio a su alrededor antes de volver a concentrarse en su conversación. Fue Eld acercándose a Itachi lo que hizo que el Uchiha se volviera hacia él, reconociendo a su camarada. Parecía vacilante, pasando de un pie a otro mientras miraba a la chica más joven.

─Levi fue separado de todos nosotros. Retrocedió una vez que pudo atraer la atención de dos titanes que estaban a punto de destruir los carros.─ Y vaciló en ese punto, con el rostro sombrío. ─Estoy casi seguro de que tenía poca gasolina en ese momento, con lo mucho que solíamos desviar a los titanes del camino de los carros.─

Gunther le dio una mirada comprensiva e Itachi de repente se encontró en desacuerdo por alguna razón.

─Lo encontraré.─ Y solo pudieron mirarla con asombro mientras giraba sobre sus talones y caminaba hacia Mike con una mirada de pura determinación. Podía sentir su obsesión por Uchiha entrando en acción. Quería que Levi estuviera bien, le ordenó que lo buscara y se asegurara de que todavía estuviera vivo, incluso si tenía que sacar su cuerpo del vientre de la bestia. Ha estado gravitando hacia ella desde que estuvo bajo su liderazgo y algo tiraba de su corazón, susurrándole que estaba bien. Estaría bien .

─Mike─ Ella dijo, atrayendo su atención hacia ella. ─Voy a buscar a Levi.─

Ella no le dio una opción, más bien le exigió que estuviera buscando a su líder. Mike frunció el ceño y parecía que estaba cerca del objeto cuando el grupo formado por los que se habían perdido entró en el claro. Le dio a Itachi una mirada más, sus ojos perforando los de ella antes de inclinar la cabeza.

─No puedo enviarte refuerzos.─ El empezó. ─Si vas, estarás solo de aquí en adelante. ¿Entiendes lo que eso significa?─ preguntó, sin apartar los ojos de los suyos. Los ojos obsidianos se suavizaron e Itachi le sonrió. Hubo algunos jadeos de aquellos que pudieron ver sus suaves rasgos y de repente estallaron murmullos.

─Daría mi vida por mis camaradas.─

Mike lo miró un momento más y su propio rostro se suavizó. ─Entonces vete. Regresaremos cuando decidas reunirte con nosotros.─

Itachi no perdió ni un segundo. Ella ya se estaba moviendo.

Llenando sus tanques con gasolina, rápidamente procedió a tomar un par de raciones y cantimploras de agua del carro y una pequeña mochila que se colocó entre sus omóplatos en la parte superior de la espalda, debajo de su capa. Quería asegurarse de que tuvieran algo de comida y agua por si acaso.

Un pequeño botiquín de primeros auxilios fue puesto en sus manos e Itachi miró hacia arriba, viendo a Emma, ​​la chica que salvó antes, ruborizándose.

─Gracias. ¡Gracias por salvarme!─

Itachi le sonrió y negó con la cabeza. ─Siempre estaré pendiente de mi equipo. La vida es preciosa, así que sigue luchando.─

Emma se sonrojó aún más y miró hacia abajo, con la cara roja como una remolacha. Uno de los chicos detrás de ella se rió y la apartó.

─¡Parece que alguien está enamorada!─

─¡¡Eh !!─

Itachi continuó asegurándose de tener todo mientras negaba con la cabeza ante sus payasadas, la diversión permanecía en su rostro. Tenían que mantener una actitud positiva de una forma u otra.