Serendipity ~[JimSu]~ (OMEGAVERSE)

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—FAMILIA YA LLEGAMOOOOOOSSSS

Hobi gritó alegre una vez que él y Nam entraron a la casa, siendo recibidos por Jin, Tae y Kook.

—¿Cuándo vuelve YoonGi? —Pregunto Jin bastante preocupado mirando de reojo hacía las escaleras.

—Hola Nam ¿Qué tal estás?, Oh yo estoy muy bien Jin, el viaje increíble muchas gracias — Suspiró y se quitó la bufanda que cargaba.

—Perdona Nammie, es solo que YoonGi se fue ayer y JiMin no ha salido de su habitación, no ceno, tampoco desayuno hoy ni almorzó y...

—Jin — Tomó sus manos con delicadeza y le sonrió tratando de transmitirle tranquilidad — YoonGi recibió una buena oferta para una colaboración con un chico en Estados Unidos, tal vez esté aquí en un mes o menos, depende que tan rápido fluya todo, tu sabes cómo es Yoon cuando trabaja — Nam se quedó pensando un momento como si recordara algo importante — a todo esto ¿Por qué decidió aceptar la oferta? Se escuchó muy convencido la primera vez que dijo que no.

—JiMin lo molesto y creo que al fin le dio al límite.

—Entiendo — Nam asintió y se quedó mirandolo fijamente, Jin era un ser precioso ante sus ojos — no te preocupes, cuando Yoon esté bien él regresará, además está con Max, ese alfa amigo suyo, lo cuidara bien, descuida.

Jin asintió no muy convencido y suspiro mirando hacia las escaleras, todo el lugar estaba lleno al amargo café y casi picante canela que JiMin emitía.

JiMin estaba triste, demasiado triste, pero ni él mismo era capaz de comprenderlo, era un revoltijo de emociones y que su lobo quedará en completo silencio no ayudaba en mucho.

Casi como si su cuerpo se lo exigiera se levantó de su cama y camino hasta llegar a la habitación de YoonGi.

Busco en el cesto de ropa y saco una sudadera negra de las muchas de las que el pálido era dueño.

Se colocó la sudadera aspirando con desesperación la prenda, sintiendo con tanta tranquilidad en su pecho al percibir el aroma de arándanos y moras.

Sin si quiera dudarlo se recostó sobre la cama, girando de un lado a otro, frotando su cuerpo contra ella, llenandose más y más de ese aroma que le fascinaba.

Se sentía tan ebrio con ese aroma, que no se dio cuenta como un par de ojos lo miraban con extrañeza, preguntándose si de verdad JiMin se había vuelto tan loco y estúpido como se estaba portando.

Cuando JiMin por fin pudo salir de su ensoñación, se dio cuenta de la mirada curiosa, burlona y asombrada que Tae tenía con él.

—Largo — Se hizo un ovillo con las sábanas — quiero estar solo.

—Mochi, tu tienes derecho a estar solo, pero en tu habitación, no en la de hyung.

—Calla Tae, solo vete y déjame tranquilo — Se tapo por completo de lo pida a la cabeza, escondiendo su rostro.

Tae miro lo berrinchudo que podía ser a veces JiMin, se recostó en la cama y lo abrazó.

—Sabes... Le debes una disculpa. —Tae forcejeo hasta lograr su cabeza de las sábanas ganándose un bufido de JiMin.

—¿Por qué? No es para tanto —Desvío su mirada, sabía que en el fondo Tae tenía razón, más se negaba admitirlo.

—Es obvio que estás mal, y seguramente hyung igual, deja de actuar como un idiota, sé un hombre, un macho, mierda mochi sé un puto alfa —Tae hizo una pose extraña de rudeza con sus músculos, intentando hacer sonreír a JiMin, sin embargo lo único que consiguió fue a un JiMin totalmente fastidiado por la conversación.