[ "Homo sapiens" es una especie del orden de los primates perteneciente a la familia de los homínidos. También son conocidos bajo la denominación genérica de «humanos». Los seres humanos poseen capacidades mentales que les permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, lógicas, matemáticas, ciencia, y tecnología... ]
— ...Sin embargo, hay algo que nunca han podido aprender...
Un par de minutos pasaron antes de que le volviera el alma al cuerpo y su temperatura volviera a ser la habitual. El pequeño muchacho podía escuchar un par de sonidos con las grandes orejas que se movieron tras el crujido de la leña en la fogata.
Una penumbra que había aparecido cuando perdió el conocimiento comenzaba a dispersarse y cuando menos lo pensó, la indefensa criatura abrió sus ojos lentamente.
— Ah... ¿despertaste?...
Una voz dulce provocó que sus orejas fueran en dirección al hombre sentado a su lado y como si de un fantasma se tratara, Mengyao se levantó asustado de la cama, apegando la espalda hasta la esquina que daba contra la pared.
— Tranquilo, calma... no quiero hacerte daño. — Aclaró al ver su reacción y enseguida estiró sus brazos tan solo para que mirase que no haría ningún movimiento brusco. — Soy Xichen, Lan Xichen, ¿Cuál es tu nombre?
El profesor siguió hablando con ese sonido dulce que salía de sus labios, logrando entonces que de a poco el miedo irracional del más bajo comenzara a bajar al igual que el pulso acelerado con el que había despertado. Miró lentamente a su alrededor, no podía estar más en la jaula donde lo tenían encerrado y en cierto modo eso le aliviaba, además, aquel hombre no llevaba un sombrero, ni gafas ni un cuchillo con él por lo que un poco de la paz de la mirada ajena contagió el alma de la criatura sobre la cama.
— Ya... Yao...
— ¿Eh?
Un timbre tímido y casi inaudible llegó hasta Xichen quien se acercó tan dolo un poco a la orilla de su silla y colocó una mano sobre el colchón.
— Me llamo Yao, Mengyao... ¿Quién eres?...
— Eso mismo iba a preguntarte a ti. —y de nuevo esa sonrisa extraña pero tan familiar había vuelto a aparecer. — ¿Puedo llamarte Yao? Hmm, estabas atascado en la nieve frente a mi cabaña, ¿huías de alguien?
Apenas iba a contestar cuando un sonido alto le alarmó, dejándose ir ahora contra el pecho del hombre frente de si. Su cabeza se había apegado a su pecho y sus brazos ahora rodeaban el cuerpo ajeno con un gran aferramiento lo que dejó desconcertado a Xichen por unos segundos.
— Calma, es el tubo de la calefacción, estabas congelándote y esta cabaña no es la más abrigadora que digamos. — dijo apenas tomando la libertad de acariciar suavemente el cabello castaño que se unía a su cuerpo y cubría de forma sustanciosa esas amplias orejas. — No debes temer Yao, estoy aquí y voy a protegerte.
Parecía como si aquel hombre supiera exactamente que decir y cuando decirlo, no por nada era maestro en la facultad más importante de aquella pequeña región y enseguida miró con parsimonia como el chico alzaba la cabeza entre sus brazos.
Claro era que su apariencia no era la de un humano. Tenía una gran cola colgando tras de si que apenas había sido visible cuando este le abrazó, una nariz oscura y ligeramente húmeda y qué decir del par de largas orejas que llevaba sobre su cabeza.
— "Parece un Fénec" — pensó.
Sin embargo no sentía miedo de él, no parecía una criatura aterradora y ciertamente sentía algo familiar en él, como si realmente se conocieran.
— Debes estar agotado, ¿Quieres comer algo?, puedo traerte... eh, ciertamente no sé qué podrías comer...
Y a través de esa sonrisa avergonzada el pequeño zorro pudo tomar la suficiente valentía para acercarse hasta el rostro ajeno y apegar sus labios ligeramente fríos contra los ajenos.
Este acto tomó por sorpresa al pelinegro quien por algún motivo no se apartó ni correspondió el beso hasta que el más pequeño se alejara y sin embargo el color carmín en sus orejas no tardó en asomarse.
— Y- Yao...
— Gracias por salvarme, Er-ge.
Y por primera vez en esa noche logró percibir esa cálida y dulce sonrisa en el rostro del pequeño zorro que mantenía en sus brazos tan encantadoramente.
-NOTAS DEL AUTOR-
Llegaron hasta aquí! que emoción~ espero que aunque los capítulos son cortos, la lectura sea placentera~ ♥
Gracias por su apoyo y en verdad espero que Yao disfrute este regalito.
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"DULCE NEVADA"
RomanceIntentando escapar de un destino desconocido una figura enterrada bajo la nieve llama la atención del hombre que bebe café dentro de su cabaña. Mengyao piensa que es su fin cuando sus ojos se cierran pero estará cerca de descubrir lo que una nevada...