PRÓLOGO
Hola, soy la hija de Pilar, mi nombre es Alba. Seguramente, nunca nos hemos conocido en persona, ni visto, ni siquiera hablado una sola vez, pero pienso que si estás entre los contactos de mi madre, será porque en algún momento formaste parte de su vida y pusiste tu granito de arena para hacerla un poquito más feliz, así que pienso que tienes derecho a saber que mi madre Pilar, la dulce Pilar, se ha negado a seguir viviendo y en una triste cama de un frio hospital, se le está escapando esa vida que un día, tuviste la suerte de compartir con ella.
Te mando este sms por si quieres verla por última vez. ¿Quién sabe?, alomejor tú eres ese motivo q ella necesita para seguir viviendo, ojalá sea así, pues ya no sabemos que hacer ni como ayudarla a tener de nuevo esas enormes ganas de vivir que un dia tuvo. Por favor ¡ayúdame!.
CAPÍTULO 1
Mi madre, nació en un pequeño pueblo del sur, para ella el mejor y más bonito del mundo, justo ahora hace 40 años.
Sus gentes amables, humildes y cariñosas, eran el reflejo de todo lo hermoso y bueno que mi madre siempre amó y añoro desde que sus padres decidieron que allí no había futuro para su gran família, así que se trasladaron a Barcelona, esa gran desconocida.
Desde el principio, sin haber venido a éste mundo, su vida llegó con mucho dolor y esfuerzo, tanto que después de un día entero de parto con su día y su noche, por poco se muere, pero por suerte no fue así y nació una preciosa niña sonrosada y muy esperada después de sus cuatro hermanos varones, toda una alegría para todos.
El primer año de su vida lo pasó en su amado pueblo y algo de él lo llevó siempre en su sangre, ya que era entrar por sus campos y ponerse a llorar, nunca he conocido a alguien que amase tanto su tierra.
Se crió entre cinco hermanos y una hermana, sobreprotegida por haber nacido la sexta, pero a ella nunca le importó, siempre quiso y puso en un pedestal a su família y siempre escuchó los sabios consejos que le daban los mayores de casa, aunque no siempre los llevó a la práctica, para disgusto de ellos en muchas ocasiones.
Mi madre, Pilar, preciosa como su nombre, siempre fue una chica fuerte, casi nunca estaba enferma, a excepción de los primeros años de instalarse en Barcelona, por el cambio de aires, como decía mi abuela.
Nació en plena primavera en uno de los días más calurosos desde hacía cinco años, ¡menuda puntería para la pobre de mi tia que no paró de subir y bajar cubos de agua!.
Desde pequeña siempre destacó por ser una niña diferente a las demás. Su cabello rizado de color cobre, cubría una cara redonda, sonrosada con dos enormes ojos entre miel y verdes que siempre destacaban, entre sus enormes pestañas tambien rizadas y esos labios carnosos y rojos en forma de corazón.
Fue una niña normal, al principio algo rellenita, hasta tener un año de edad, que cambió completamente, volviéndose delgada, pero no en exceso, hasta los siete años aproximadamente que volvería a cambiar al hacerse mujer y ponerse como una bolita hasta los catorce que se hizo mujer del todo y no es porque sea mi madre, pero se puso preciosa.
Desde que tuvo uso de razón, empezó a darse cuenta que la vida con su família no era el cuento de hadas en el que ella creía vivir y entonces, casi sin notarlo, todo cambió.
CAPÍTULO 2
Su vida era como la de cualquier otra niña de 6 años, con sus juegos, su família, el colegio y su inocencia, aunque pronto tuvo que crecer por todas las cosas que le esperaban en la vida, la mayoría difíciles y poco agradecidas.
La primera vez que tembló de miedo y pensó que estaba soñando, fue cuando vio justo delante de ella una silueta parecida a una persona, mirándola con ojos tristes y llenos de lágrimas.
Después los sucesos empezaron a ser más intensos y además todos ellos a cuál más diferentes.
Su primer indicio de que no era como los demás fue cuando empezó a mover objetos con su mente, al principio cosas pequeñas, más tarde libros, cuadros, hasta que un día sin proponérselo hizo volar cosas que encontraba por la calle y comenzó su experiencia con la madre naturaleza, primero el viento, luego el agua y después el fuego. Sólo con pensar en alguno de los elementos, conseguía manejarlos a su antojo, después empezó a hacerlo dormida, al descubrirlo se asustó y en ese mismo momento paró de utilizar esa parte de su don concedido, es ahora y ella cree que fue fruto de su imaginación de niña, pero yo sé que pasó de verdad y lo digo por todo lo que he vivido al lado de ella y con ella.
La vida al lado de mi madre ha sido diferente a la de cualquier niña y ahora que soy una mujer con mis 18 años, me he dado cuenta que mis hermanos y yo hemos sido privilegiados al tener la suerte de haber tenido una madre como ella tan peculiar y que nos ha intentado ayudar siempre que podía para que nuestro camino fuese más fácil que el que tuvo ella.
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No me extrañes
ParanormalLa historia de una mujer especial contada por su hija, al lado de su madre moribunda por culpa de la maldad que vivió.