ONE SHOT NAVIDEÑO"SORPRESA DE NAVIDAD"

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Una hermosa jovencita castaña de mirada entristecida se encontraba parada junto a una ventana, mirando hacia el exterior mientras pensaba: Tendremos una nochebuena muy friolenta sin duda, hasta parece que nevará, en Brasil ¿cómo estará el clima?, hasta donde sé el clima es muy caluroso en Sao Paulo, ¿cómo la pasarás Tsubasa?, será tu primera navidad solo, sin tus padres, ¿me llamarás?, yo quisiera llamarte, aquí solo faltan un par de horas para las 12 de la noche, nosotros recibiremos primero la navidad, pero ¿será correcto llamarte?, no quiero incomodarte, total luego de tu declaración, no sé ni cómo quedamos, pues luego te fuiste, ¿quedamos como novios o seguimos solo como amigos?

El pensamiento de la nostálgica jovencita se vio interrumpido por el sonido de la puerta de su habitación.

Toc toc toc

Adelante, dijo la castaña, al tiempo que giraba su rostro hacia el lugar donde estaba la puerta.

Tras algunos segundos una mujer de cabello corto entro, haciendo que la castaña la mirara.

Madre, dijo joven.

Hija, vengo a pedirte un favor, respondió la mujer.

Dime mamá, ¿qué favor necesitas?, dijo Sanae.

Podrías ir a recoger una encomienda, respondió la mujer.

¿Una encomienda?, dijo Sanae intrigada.

Si, acoto la señora Nakazawa.

Claro madre, dime a donde tengo que ir, dijo la castaña.

Al parque Nicarioka, agregó la señora Nakazawa.

¿Al parque Nicarioka?, pero si allí no hay centros de encomiendas madre, dijo la castaña.

Lo sé hija, lo sé, pero la persona que me dará la encomienda quedó en pasar por ese parque en una hora y media, pues no podía venir a dejármela a la casa, respondió la mujer.

Bien, yo voy por ella mamá, aunque no creo llegar a tiempo para las 12, dijo Sanae.

Lo importante es que recojas la encomienda, es muy importante hija, tu padre no puede ir por ella porque me está ayudando con el negocio, ya sabes hija, por estas fechas nuestras ventas son mejores, respondió la mujer.

Claro madre, comprendo, no te preocupes, yo voy por ella, dijo Sanae.

Bien hija, ¡gracias! respondió la mujer, haciendo una pausa para agregar: Tienes que ubicarte junto al muñeco de nieve que construyeron en el parque, la señora Yoko, se acercara a ti, ella te conoce, aunque tú no la conozcas.

Bien, dijo Sanae.

En tanto:

En una habitación un joven de cabello desordenado platicaba por celular mientras miraba por la ventana unos copos de nieve caer.

Entonces todo quedó como lo indique, decía Tsubasa.

Sí, joven, le enviaré una fotito como evidencia ahora, escuchó.

A los pocos segundos la foto llegó al celular de Tsubasa, este miraba la misma sonriendo, al tiempo que una voz decía: Está conforme joven lo quería, ¿verdad?

Sí, les haré el depósito de lo restante ahora, respondió Tsubasa.

Bien joven Ozora, un placer trabajar para usted, escuchó.

Luego de dar por terminada la llamada, Tsubasa dejo su celular sobre una cama, y se dirigió a un armario, al tiempo que pensaba: Espero poder sorprenderte con ese detalle mi hermosa Sanae.

Tsubasa saco un abrigo del armario, una bolsa de papel, verificó el contenido de la misma, la colocó sobre su cama, para luego colocarse el abrigo sobre la ropa que llevaba puesta.

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