David Novikov. Ruso. Volará de su país para hacerse cargo del bufete de abogados de su padre. Justo. Controlador impulsivo. Sentimientos no entra en su vocabulario, dice que es para débiles. Tres reglas: Ser puntual. Nunca interrumpirlo. No hacer preguntas personales. A la hora de tener sexo puede faltar cualquier cosa, menos una corbata. Y no, no es para atar a nadie. Andrea O'Connor. Estadounidense por su padre, Venezolana por su madre. Enamorada de su profesión, la justicia va en sus venas. Puede faltar todo menos su copa de vino en las noches de estrés. No depender de un hombre ni mucho menos de un matrimonio es su frase favorita. Depender de alguien no es opción para ella. El sexo es diversión, mientras sea con la persona que quieres y, de volverse algo serio, jamás serle infiel. Sin refutar, pues de hacerlo las consecuencias costarán caro, aquí todo es Como dice el Jefe. Historia COMPLETAMENTE MÍA. PROHIBIDA su copia y/o adaptación.

Todo pasa por una razón. No busques el por qué ni cómo ni dónde... Pero en algunas ocasiones tu vida se siente dividida y no sabes qué hacer. Buscas razones pero no encuentras una respuesta, y en el momento menos esperado sucede. Amelia no es ninguna excepción ¿Qué hará cuando su corazón y su mente se sientan divididos? Descúbrelo en esta historia llena de amor, celos, mentiras y sobre todo pasión. Ahora también disponible en Amazon.

Atormentada por un pasado, Emma cree que todo está perdido y que sus posibilidades para ser feliz son prácticamente inexistentes, eso fue hasta que subió al departamento 18 y conoció a Nicholas Thompson. Nick, un chico alto guapo y con una sonrisa irresistible solo tiene una debilidad. Las mujeres. Él no cree en la fidelidad y mucho menos en el amor, pero eso cambiará cuando una chica pelirroja con playeras extrañas y una mirada dulce toque a su puerta. La vida no solo unió sus caminos, sino que también los puso a vivir bajo el mismo techo. El único problema es que Emma ha puesto reglas y Nick está dispuesto a romperlas. [SIN EDITAR]

Todo inició con un beso robado y con la necesidad de venganza que nació después de ese acto. Manu y Karla tienen pocas cosas en común, ella es espontánea y él suele mantener todo en orden y calculado, no son más que polos opuestos con gustos y personalidades diferentes que solo se entienden en el momento de joderse la vida, eso lo descubren cuando se conocen y desatan caos. Los polos opuestos se atraen, pero estos se repelan. Enamorarse no es una opción para ninguno de los dos, pero es el riesgo que ambos corrían en el juego de sentimientos que se encargaron de empezar. Al final, tal vez, si tienen algo en común, su ingenuidad y orgullo. Que empiece la guerra, porque el que no arriesga, no gana y ninguno de los dos está dispuesto a perder. ¿Podrán lograr sus objetivos o sus objetivos los engancharán a ellos?.

good momos papu sad :'v