[cargando datos...] . . . . [abriendo archivo] -Cada día que pasa me culpo más por lo que le hice a todos aquellos indefensos e inocentes niños, libres de pecado. Los experimentos que hice con ellos, el dolor reflejado en sus tiernos rostros y sus desgarradores llantos y gritos, cada una de esas cosas quedarán grabadas a fuego en mi mente perturbada. Solo espero que él se encuentre bien, de todos ellos, él fue el único que salió adelante y sin duda el dejarle con ellos fue la mejor opción que he tomado en toda mi vida. No sabes cuánto lo siento pequeño, estaba tan ciego en ese momento. No espero que llegues a perdonarme algún día, puesto que no soy capaz de hacerlo ni yo mismo, pero, solo espero que estés donde estés en este momento, seas muy feliz, experimento N. 150, o más bien conocido como... [ERROR] [ERROR] [ERROR] [fallo al cargar la información] [cerrando archivo] . . . . [apagando el sistema]

-E-está mal ignorar a los pro-profesores Kris-le riñó Alphys sin abandonar su tartamudeo. El chico se había puesto en pie y miraba a Alphys confundido-Te-te di una orden ¿No me escuchaste?-le preguntó cruzándose de brazos. El de cabellos castaños bajó la vista apenado, tras unos segundos subió su mano derecha y señaló su oído con una sonrisa triste. Susie no entendió el gesto y el resto de la clase tampoco, por eso todos miraban confundidos al humano. Alphys en cambio, se cubrió la boca con una mano.

Rojo y púrpura. Los colores del anochecer. El ritual de unión que realizaban los monstruos y humanos en épocas pasadas y que fue olvidado. Su amistad y el ritual que vincula sus almas es lo que los acompañara en esta nueva aventura.