𝔸 𝕧𝕖𝕔𝕖𝕤 𝕖𝕤𝕔𝕒𝕡𝕒𝕣 𝕕𝕖 𝕥𝕦𝕤 𝕡𝕣𝕠𝕓𝕝𝕖𝕞𝕒𝕤 𝕟𝕠 𝕖𝕤 𝕤𝕦𝕔𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖. 𝕋𝕚𝕖𝕟𝕖𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕟𝕗𝕣𝕖𝕟𝕥𝕒𝕣𝕝𝕠𝕤. ℕ𝕠 𝕤𝕚𝕖𝕞𝕡𝕣𝕖 𝕤𝕖 𝕡𝕦𝕖𝕕𝕖 𝕤𝕠𝕟𝕣𝕖í𝕣 𝕖𝕟 𝕝𝕒 𝕧𝕚𝕕𝕒, 𝕡𝕖𝕣𝕠 𝕒𝕦𝕟𝕢𝕦𝕖 𝕟𝕠 𝕤𝕖 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕒 𝕤𝕠𝕟𝕣𝕖í𝕣 𝕖𝕤𝕒 𝕖𝕤 𝕝𝕒 𝕞𝕖𝕛𝕠𝕣 𝕗𝕠𝕣𝕞𝕒 𝕕𝕖 𝕖𝕟𝕗𝕣𝕖𝕟𝕥𝕒𝕣 𝕝𝕒𝕤 𝕒𝕕𝕧𝕖𝕣𝕤𝕚𝕕𝕒𝕕𝕖𝕤. ℕ𝕠 𝕙𝕒𝕪 𝕢𝕦𝕖 𝕔𝕒𝕞𝕓𝕚𝕒𝕣 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕢𝕦𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝕕𝕖𝕞á𝕤 𝕥𝕖 𝕒𝕔𝕖𝕡𝕥𝕖𝕟, 𝕝𝕠 𝕞á𝕤 𝕚𝕞𝕡𝕠𝕣𝕥𝕒𝕟𝕥𝕖 𝕖𝕤 𝕤𝕚𝕖𝕞𝕡𝕣𝕖 𝕤𝕖𝕣 𝕥ú 𝕞𝕚𝕤𝕞𝕠. 𝕐 𝕒𝕡𝕣𝕖𝕔𝕚𝕒𝕣 𝕒 𝕝𝕠𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕥𝕖 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕖𝕟 𝕡𝕠𝕣 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕟 𝕖𝕣𝕖𝕤 𝕖𝕟 𝕣𝕖𝕒𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕, 𝕔𝕠𝕟 𝕥𝕦𝕤 𝕧𝕚𝕣𝕥𝕦𝕕𝕖𝕤 𝕪 𝕕𝕖𝕗𝕖𝕔𝕥𝕠𝕤.

Kazuma ha abierto sus ojos, encontrándose con una gran sorpresa. No recuerda que fue lo que sucedió la noche anterior. No sabe cómo enfrentar al enemigo que se aproxima. Y no entiende cómo es que termino en una cama junto a las dos demonios carmesí que tanto peleaban entre ellas. ¿Cómo fue que Kazuma terminó así?

𝔑𝔬 𝔰𝔬𝔶 𝔲𝔫𝔞 𝔪𝔞𝔮𝔲𝔦𝔫𝔞 𝔰𝔦𝔫 𝔢𝔪𝔬𝔠𝔦𝔬𝔫𝔢𝔰, 𝔢𝔰𝔬 𝔩𝔬 𝔰é. 𝔜 𝔮𝔲𝔦𝔢𝔯𝔬 𝔭𝔬𝔡𝔢𝔯 𝔢𝔫𝔱𝔢𝔫𝔡𝔢𝔯𝔩𝔬 𝔭𝔬𝔯 𝔪𝔦 𝔠𝔲𝔢𝔫𝔱𝔞. 𝔐𝔦 𝔠𝔬𝔯𝔞𝔷ó𝔫 𝔰𝔦𝔢𝔪𝔭𝔯𝔢 𝔢𝔰 𝔪𝔲𝔶 𝔩𝔢𝔫𝔱𝔬, 𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔠𝔬𝔫𝔱𝔦𝔤𝔬 𝔢𝔰𝔬 𝔢𝔰 𝔡𝔦𝔣𝔢𝔯𝔢𝔫𝔱𝔢. 𝔐𝔢 𝔥𝔞𝔠𝔢𝔰 𝔰𝔢𝔫𝔱𝔦𝔯 𝔳𝔦𝔳𝔞. ¿𝔐𝔢 𝔡𝔢𝔧𝔞𝔯í𝔞𝔰 𝔰𝔢𝔯 𝔣𝔢𝔩𝔦𝔷 𝔞 𝔱𝔲 𝔩𝔞𝔡𝔬?