En el continente de Asteron, cada año todas las jóvenes que cumplen veinte años pasan por la Revelación, un ritual obligatorio donde se despierta el poder que cada una lleva en la sangre. Algunas reciben habilidades menores. Otras no desarrollan nada. Muy pocas obtienen algo excepcional. Lyria Thalen siempre pensó que sería una más entre todas, pero su Revelación cambia todo lo que se sabía sobre la magia del reino. Lo que despierta en ella no está registrado en ningún documento de Arvenhall ni en los textos antiguos. Nadie sabe cómo entrenarla, ni cómo controlarlo. Su poder preocupa al rey, genera tensiones y la coloca en el centro de una guerra que nunca ha dejado de latir entre Arvenhall y Nherath. Mientras tanto, en el norte, Rowen Vairholt -príncipe heredero, impulsivo y acostumbrado a la vida cómoda- recibe la orden de viajar a la Grieta de Fyr para demostrar que es más que un título. Aunque no la conoce, llega a oír el nombre de Lyria, y entiende que su aparición puede alterar cualquier alianza o conflicto. El tercer punto de tensión es Kaedren Valsyr, guardia de Arvenhall y mejor amigo de Lyria. Es el único que conoce sus dudas, sus miedos y su forma de ver el mundo. Él intenta protegerla, incluso cuando todos los demás solo ven el arma que podría convertirse. Tres caminos separados. Dos reinos en conflicto. Una magia que nadie sabe explicar. Y una mujer que no pidió ser el centro de nada. La historia comienza cuando el reino empieza a cambiar alrededor de ella y Lyria debe decidir quién quiere ser antes de que el poder decida por ella.