Morgan acaba de perder a su madre, y todo estaría bien de no ser porque la lectura de su testamento se complica al solicitar la presencia de un antiguo amigo de la universidad. La sorpresa para todos es que el testamento asegura que la joven es hija de ese hombre, Rintarou Hinata. Ahora ella no sólo tiene que lidiar con su dolor y el reacomodo de su vida, sino que será arrastrada a Japón para no estar sola, con sus nuevos hermanos y hermana. ¿Podrán todos sobrevivir a la situación? ¿O Morgan terminará regresando a su vida apenas tenga oportunidad para no volver jamás?

Morgan vivió un año maravilloso en Japón, arreglo su dañado corazón y cometió alguno que otro error en el camino. Debido a un accidente que tiene Corvan, la joven Callagham viaja a Londres con la única intención de verlo y asegurar su bienestar, lástima que no puede regresar con los Asahina. Ante el inminente silencio de la chica, los Asahina no tienen mejor idea que mandar a Hikaru a rastrear a la ojigris para saber su estado. Lo cual se suponía que les diera calma, pero ocasiono que los tres desaparecieran sin dejar rastro evidente. La situación es tan irreal y complicada, los detectives privados no encuentran nada y estar al otro lado del mundo no les ayuda. Por eso, la llamada de Corvan luego de meses de silencio no es más que una trágica sentencia.