Liliumir
Dos dinastías criminales enfrentadas. Un legado de sangre y traición. Un amor que jamás debió nacer.
Todo comenzó con un error, una escena que nunca se debió presenciar, y una culpa que nunca fue nuestra. Pero cuando te señalan con el dedo, da igual lo que digas: ya estás marcada.
Solo queríamos limpiar nuestros nombres. Pero cada paso que dábamos para alejarnos del peligro nos hundía más en él. Nadie era lo que aparentaba ser, todos jugaban su propio juego, y nosotros éramos simples piezas.
Nos perdimos en sentimientos prohibidos, en miradas que prometían salvación y besos que solo nos hundían más. Entre secretos que nunca debieron salir a la luz, legados que nos ataban a un pasado desconocido y promesas que jamás debimos hacer, cada uno terminó cruzando una línea que no tenía regreso.
Cuando el destino ya está escrito, desafiarlo tiene un precio. Y nadie escapa de su sentencia.