En un pequeño poblado llamado San Jacinto, existía una pequeña playa llamada la costa del silencio, un lugar cutre y tenebroso, con infamia por leyendas horribles que ocurrieron en ese lugar. Una costa solitaria y silenciosa a la que nadie le gustaba ir. Aurora De Leon, una adolescente pintora de 15 años quien sufre depresión por la muerte de su madre visita ese horrible lugar donde comienza a desahogarse y a dejar sus lágrimas en las extensas aguas del mar. La costa tiene una gran roca vertical como una torre que se extiende desde el mar hasta el cielo, decide pintar esa gran roca pero su depresión se obstaculiza en su inspiración, así que se le complica de alguna manera pintar la roca. Pero todo comienza a cambiar cuando Augusto le demuestra el modo de cambiar sus sentimientos, y ver las cosas con una perspectiva más alegre y positiva. La costa le traerá sorpresas.

Jhon Fletcher un joven adulto de 26 años, dedica sus tiempos libres a brindarle buen sexo a mujeres que lo necesitan, ofreciéndoles un pacto de tener relaciones sexuales solo una vez. Pero sus acciones traerán consecuencias desastrosas a su vida y encontrará sentimientos que jamás había experimentado antes

Ellos se encontraron en el lugar que nunca existió, se miraron donde nadie más vio, se conocieron como nadie más lo hizo y sintieron lo que pocos afortunados conocen. Ella tiene problemas que no puede controlar, no es buena con las palabras, ni haciendo amigos. Él es huérfano, sólo conoce la soledad, y se pregunta el sabor del amor. Ambos reconocen algo en sus miradas que solo habían visto frente al espejo, y tal vez, solo tal vez, si llegan en el momento correcto, ambos sabrán que no son los únicos.