Charles Hartmont multimillonario dueño de una cadena de bancos distribuidos en toda Europa. A sus 29 años es un hombre calculador; adicto al orden y la puntualidad. No hay nada que se escape de sus manos; él todo lo sabe. ¿Qué tendría que pasar para que su vida de perfecto orden se altere? ¿Qué pasaría si se enamora de una de sus empleadas? Acompañame a descubrirlo. #28 Romance 12/11/2018 #39 Romance 13/11/2018 #31 Romance 14/11/2018 #49 Romance 16/11/2018 #22 Romance 17/11/2018 #32 Romance 18/11/2018 #53 Romance 30/11/2018 #12 Romance 02/12/2018 #16 Romance 03/12/2018 #08 Romance 05/12/2018 #29 Historia'Corta 24/01/2019 #16 Romance'Juvenil 14/5/2019 #49 Historia'Corta 16/03/2020

Desde los cinco, Devon y Olivia habían sido tan amigos que con solo mirarse ya sabían qué pensaba el otro. Pero tras nueve años de amistad, sin previo aviso, Devon se convirtió en la pesadilla viviente de Olivia. Se empeñó en lastimarla y clavó el cuchillo tan profundo que se dio cuenta cuando ya era demasiado tarde. Ahora ella le guarda rencor y no parece dispuesta a perdonarlo. Pero hubo algo que se mantuvo constante: su pasión por el hielo. Ella, patinadora artística, y él jugador de hockey, fueron criados en pistas de hielo. Un viaje como el Nacional de Deportes Sobre Hielo tal vez sea lo que necesitan para olvidar las diferencias y darle paso al sentimiento que había estado escondido todos esos años. Ambos deberán luchar por lo que quieren, desatando miedos y dilemas internos, a la vez que abriendo viejas heridas que nunca sanaron. ©catabolismo, 2021 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

- Soy un monstruo - dice abrazándome. - Te he asustado, no debería haberte empujado. - Estabas en pleno ataque de ira - le digo compresivamente. - Solo me he asustado, no ha pasado nada Érick. - Estoy roto, Amanda - dice mirándome. - Muy roto. - Yo también. - le digo acariciando se rostro. - Tu eres perfecta. - Eso es mentira - niego, sé desde hace mucho tiempo que la perfección no está a mi lado. - Estoy incompleta, literalmente. - añado en voz baja. - Eso no es motivo para no ser perfecta - dice mirándome con amor.