El eco de mi desesperanza
Desde el silencio más profundo de mi alma, una voz susurra el eco de mi sufrimiento, un dolor inefable, que me consume, y solo puede ser expresado en el silencio. Para no perecer en el abismo de la angustia, debo dejar que estas palabras salgan, y esperar que alguien las escuche, y sienta el dolor que me envuelve.