El fuego acaba con seis
Ellos eran mi droga, yo la que la consumía. Ellos me llevaban al infierno, yo los veía arder. Ellos eran mi medicina, yo la que se curaba. Ellos me tocaban, yo me derretía ante su roce. Ellos me educaban, yo recogía aquellas enseñanzas. Ellos bebían, yo los emborrachaba. Ellos eran mi salvación. Ellos eran mi capricho...