TERMINADA✔ Carolina Devay: directa, extrovertida y decidida. Al menos lo era, antes de que su carácter fuera silenciado sin ella darse ni cuenta. Blake Dennis: un tío guapo y cotilla nato que andaba con aire misterioso y atrapaba la mirada de todo el mundo. La de Carolina no era la excepción. Y no hizo falta mucho para que ambas se encontraran. ¿El problema? Que uno tiene ganas de amor, y el otro solo de sexo. Entre besos, susurros y juegos, secretos salen a la luz, algún que otro corazón se rompe, y puede que otros cuantos se unan de nuevo. O no. #100 en newadult (7/10/2020) #98 en newadult (17/11/2020) #66 en newadult (27/11/2020) #37en newadult (02/12/2020) #31 en newadult (31/12/2020) #7 en romántica (11/08/2021)

TERMINADA☑️ Del amor al odio hay un paso. Del odio al amor... Varios pasos más, una maratón, carrera de obstáculos y una yincana. Al menos, para Morgan y Mason. Cuando se miran, todo arde, pero todavía no saben si ese fuego es por las veces que se han mandado al infierno, o por la reacción que tienen sus cuerpos cuando están cerca. Después de años convencidos de que delatarían al otro al mismísimo Satanás, se descubren una noche queriendo algo que no sabían que querían. Al menos, lo habían olvidado. Estos dos estudiantes de Derecho tienen mucha tensión, de la buena y de la mala, y las intenciones cada vez más claras a partir de ese primer roce. Aunque quizás algo, o alguien, les nuble el juicio. Antes no se querían ni ver, ahora no quieren dejar de hacerlo. Pero, donde hubo odio, cenizas quedan... ¿No era así? ig: @masondwin @smorrgan

«Tener siete hermanos es una locura, añadirle de la noche a la mañana una hermana perdida de ocho años con parálisis cerebral que solo habla alemán ya es otra historia». ¿Os han pedido alguna vez en el colegio que dibujéis a vuestra familia? La mayoría de niños dibujan una casa con el sol en una esquina, mascota si la tienen y los distintos miembros de la familia en el centro. Y luego está la mía. Mi hermana dibujó una casa incendiada con unicornios cayendo del cielo, patitos de goma por todos lados, papá y Heather morreándose en una esquina, siete gatitos subiendo por las cortinas y todos los hermanos desperdigados por la escena pintando paredes, robando calcetines... vamos, haciendo aquello que no deberíamos hacer para ser considerados angelitos. A mí, por ejemplo, me dibujó con pasamontañas secuestrando a Aisa desde la ventana de mi habitación en el sótano. Debería aclarar que por el momento no hemos conseguido hacer llover unicornios... Por lo demás: bienvenidos a la casa de los locos. Capítulos cortos. Pausada.