Se suponía que dejaría chicago para dejar atrás los problemas que tenía constantemente con mamá. Pero bien dicen que los problemas siempre te perseguirán, lo cual es cierto y a mí me siguió el peor de los problemas que he conocido. Ni siquiera luche para evitar ese problema. ¿Cómo podía luchar contra el hombre pelinegro de ojos azules electrizantes de más de metro ochenta y que era demasiado bueno para su propio bien? Se suponía que Londres seria una nueva vida alejada de los problemas. Dulce e incrédula Madeleine, que nunca espero todo lo que estaba por venir.

Cuando pierdes a la gente que amas sueles ver muchas cosas. Una de ellas es esconder tu dolor bajo una gran armadura y procurar que nada, ni nadie la quiebre. Algunos logran vivir con esa perdida, se recuperan, lidian con ello de la forma más sana que pueden. Otros no logran hacerlo de la forma sana, se hunden en rencor, rabia, odio. Aunque hay algo que tienen en común, la perdida de estás personas los ayudo a crear metas y sueños. Pero ¿Si conoces a una persona que logra comprender el sentimiento de perder a alguien? ¿Si ambos tienen los mismos sueños, pero al mismo tiempo son tan diferentes? ¿Si ambos son tan iguales, pero al mismo tiempo tan diferentes? ¿Qué puede salir bien? [BORRADOR]

Cuando la amistad se transforma en amor las cosas se complican. Pero se complican mucho más cuando debes guardarte ese amor para ti solo, porque ella no siente lo mismo por ti. Eso es lo que vive Daimon Wembley desde que tiene 15 años. Supo vivir con ese enamoramiento hasta sus 18 años, cuando decidió seguir los pasos de su padre se propuso una misión. Y su nombre es: Olvidando a la princesa.