Alebamba08
En una semana del año, casualmente siempre la misma, Eiden escribe en su diario (un regalo de su padre) sobre su vida, qué va a ser de él cuando crezca, y las sombras pertenecientes a su pasado que le persiguen cuando avanza, retrocede o incluso respira. A cada año que pasa va cambiando, para bien o para mal, ya que al final eso es lo que hace el tiempo, cambiarnos. Y eso no siempre quiere decir convertirse en otra cosa; a veces, el simple hecho de mejorar, perdonar, sufrir, llorar, reír o disfrutar, pueden llegar a ser sinónimos de la palabra cambio.