Concédeme tu Amor
¡Ella no era una beta! ¡Ella era su omega! Ella era su felicidad entera... -Emma... No te vayas...- le suplica, viéndola marchar con esa radiante sonrisa- -¡Espero con ansias conocerla o conocerlo!- es lo último que escucha, perdiéndose entre el mar de gente que transitaba en un atardecer cualquiera-