Es 1967 y Harry está harto de ser aquel chiquillo religioso al cual todos molestan. Cansado de un dios fingiendo oídos sordos, decide tomar sus propias riendas a escondidas: ¿Qué tan mal podría irle si recurriese al mismísimo Diablo? ¿Qué tan rápido le oiría éste? Era hora de guardar la biblia y encender velas rojas. ...
Esta es la historia donde Harry se folla bien rico a Louis, hijo del pastor de la Iglesia más prestigiosa de la ciudad.
Ser un Vengador significa ser continuamente el Capitán América y sonreír y ser honorable para el público y Harry hace lo mejor que puede, pero eso no le da el tiempo de averiguar quién se supone que tiene que ser una vez él se deshace de su uniforme y hace su escudo a un lado. Sólo ser Harry había involucrado a Louis...