Enishi (Ω) y Naoya (α) son una pareja destinada pero no tienen intenciones de enlazarse el uno con el otro, al menos así era hasta que el instinto los une de golpe, y los lazos del pasado, que ambos creían rotos, se revelan ante ellos. A medida que avanza su convivencia y recuerdos sepultados salen a la luz, una verdad dolorosa emerge: el destino no solo los unió, sino que también los marcó con la sangre de un crimen. El enemigo quizás no es el destino, sino la familia de Naoya, la cual ha construido un imperio sobre los secretos que le arrebataron todo a Enishi. Atrapados entre el amor, la traición y la justicia, Naoya y Enishi deben decidir si su vínculo es una bendición o una maldición. ¿Podrán desentrañar la red de mentiras y vengar a sus seres queridos, o la oscuridad del pasado los separará para siempre?

-Siéntanse bendecidos alfas- el hermoso joven se acercó a aquellos dos alfas- Han conquistado el corazón de este cotizado omega. Responsabilísense- Ellos fueron Primero, conocidos. Después, mis sirvientes. Luego mis alfas Y por último, las personas que mas odio en este mundo. Asule es un nombre muy conocido para ser ignorado, por pertenecer al omega prodigio de su generación. Pero no se casará con ningún alfa que sea más débil en habilidad que él. Hasta que conoce a aquellos dos alfas, forzados a ser hermanos, sin vínculo sanguíneo y que apenas se soportan, que lograran hacer que su corazón de hielo se conmueva hasta desmoronarse. Aún después de que ellos se convirtieran en sus sirvientes siendo nobles. Pero la traición, la destrucción de su familia y el asesinato de la vida en su vientre le hará revivir diez años más tarde buscando sangre. Incluso si esta pertenece a aquellos que una vez lo hicieron suyo.

Basado en la novela del mismo nombre. La historia del mismo nombre, adaptada por Wu Yí NingSi. El detestable seme que busca problemas y el gentil y tranquilo uke. Siempre fue molestado para esa persona para marcharse, finalmente, guardo silencio, se encorvo y ordenó los pedazos del jarrón de porcelana del suelo, sin embargo cuando realmente decidió irse, únicamente escogió la tarde más soleada y con un viento suave, se embolvio en el abrigo que suele usar más a menudo, salió por la puerta y nunca más volvió.