Nunca pensé que una mirada pudiera cambiarlo todo. Él era mi maestro: serio, inteligente, distante... justo como debía ser. Pero detrás de sus ojos había algo más. Algo que no debí notar. No sé si fue su forma de escucharme cuando nadie más lo hacía, o la manera en que pronunciaba mi nombre, como si escondiera un secreto. Al principio fue solo admiración. Después, confusión. Y luego... amor. Un amor que jamás debió existir. Esta es la historia de lo que sentí, lo que callé, y lo que casi destruye todo lo que éramos. Porque a veces, lo prohibido no se elige... se siente.

Serie de oneshots

Hinata Hyuga se duerme junto a su esposo Naruto Uzumaki, sintiendo una profunda felicidad y seguridad en su amor. Pero cuando despierta, su mundo se desmorona. Se encuentra en la cama junto a Sasuke Uchiha, y no entiende qué está sucediendo. Pero lo que realmente la destroza es darse cuenta de que en esta nueva realidad, nunca se atrevió a confesar su amor a Naruto. La vida que conocía ha cambiado por completo. Hinata se siente atrapada en una pesadilla, intentando encontrar una manera de regresar a su realidad original. Después de meses se da por vencida. Pero mientras más intenta adaptarse a esta nueva vida, más se da cuenta de que no puede soportar la idea de vivir sin Naruto a su lado.

Un héroe roto clava sus garras en un abismo helado, donde su amor se desvaneció como ceniza maldita. Su nombre, un espectro que nadie osa pronunciar, devorado por un olvido que repta como niebla venenosa. Naruto, con el alma fracturada, enfrenta un reflejo de sombras que susurra su ruina. ¿Qué acecha en el vacío que se tragó su mundo? Un escalofrío te invita a descubrirlo.

Naruto debió de saberlo, que precisamente hoy, el día de San Valentín, no sería su día.

Todo era falso..

Naruto está marcado... Cualquiera que lo vea, piensa que es un enorme gorila listo para lanzar un puñetazo y, su expresión continuamente ceñuda no ayuda.

Sasuke sabía que por mucho que él insistiera, la decisión era suya y no podría intervenir.

Una vez planeó tener un romance conmigo, pero ese hombre se fue, y el mounstro en el que se convirtió solo tiene un propósito, un deseo, un impulso: arrancarme la ropa y poseerme una y otra vez. Con mi cuerpo desnudo indefenso en su agarre áspero e irrompible, reclamará cada parte de mí salvajemente, castigandome, cada clímax brutal dejándome gritando más fuerte que el anterior. Incluso cuando haya terminado conmigo, sé que no será por mucho tiempo. Cada vez que me usa es más despiadado, intenso y más vergonzoso que el anterior... y no estoy segura de querer que se detenga.

Entre la alta sociedad hay ciertas espectativas. Entre damas hay pláticas adecuadas y hay cosas que no deberían decirse, incluso nunca revelar secretos de alcoba con desconocidos o conocidos.