John. John. John. Joh. Joh. Joh. Jo. Jo. Jo. Jo. J. J. J. J. . . . ...
Duele. Te guste o no, duele. Este es el diario de un suicida.
Las palabras comenzaron a acumularse en mi garganta, impidiéndome respirar. Fue entonces cuando decidí escupir este par de versos torcidos.
Querida Klare: Vuelve. O no lo hagas.