Un crucero de dos semanas. A Sandra no le parecía buena idea, pero se dejó convencer por su mejor amiga, un torbellino de actividad que brillaba con luz propia y que siempre le hacía sombra. Todo iba según ella había supuesto: su único entretenimiento eran los paseos por cubierta, sus baños en la piscina, y el wifi que había por todo el barco. Estela iba tras ella, quería que lo pasase tan bien como ella, pero a Sandra le costaba llegar hasta su mejor amiga, cuando ella no se separaba del circulo de admiradores (y admiradoras) del que siempre andaba rodeada. Y entonces, apareció él. ¿Amenizaría su estancia en el barco con su increíble mirada?

Él tiene 17 años, yo, 22. Tiene el pelo corto, y de color castaño, siempre lo lleva cuidadosamente arreglado en una pequeña cresta, pero yo le he visto recién levantado, y le queda mucho mejor al natural. Sus ojos son verdes, y siempre va posando la mirada donde no debe. Cuando está sin camiseta, se le ven bien los abdominales. Es un poco más alto que yo, cosa que me recuerda cada vez que hablamos, que, por suerte, no es a menudo. No me gusta estar cerca de él, porque me pone muy nerviosa. ¿Que porqué os cuento esto? Porque eso es todo lo que sabía de Adrián, antes de que su hermana me convirtiera en su niñera durante sus castigos, cuando sus padres estaban fuera y ella se iba de fiesta. De locos, ¿Verdad? Al menos me pagan 10€ la hora.

Bueno, eso, son historias cortas de las muy muy pocas que hago. Siento si alguna es deprimente xD Dejadme opinión ^^