Night Chant
No necesitó ningún motivo, no necesitó convencerse contra todo para sucumbir a ello; sabía que no lo necesitaba. Porque lo único que se dijo cuando aceptó fue que quería aquello. Que lo ansiaba. Aun así, no paraba de preguntarse "¿por qué yo?" La respuesta fue más satisfactoria de lo que pensó. A Jiang Cheng le gus...