Hermione volvió a sentir el martilleo en los oídos. Lo vería por primera vez desde el Gran comedor, demacrado, afligido, en la mesa de Slytherin con su madre agarrándolo del brazo. Ella no había tenido la intención de buscarlo. No en los pasillos, no bajo las sábanas blancas de los caídos, no camino a la cámara de los secretos con Ron, pero ella era una chica estúpida.

Por una fiesta de Halloween y un lujurioso encuentro. Draco Malfoy se enamora de Hermione Granger. La castaña que tenia su corazón roto y no confía en nadie, se encuentra con la difícil prueba de volver a enamorarse esta vez de quien ella odio por muchos años y con quien tenía el dulce contrato de que ambos solo tendrían sexo.